ACAN-EFE
Rubén Darío Granda, hermano del denominado canciller de las FARC, Rodrigo Granda, agradeció al presidente Daniel Ortega por su “corazón grande, solidario y valiente” y haberle concedido asilo político en este país, informó hoy el portal de Internet gubernamental El 19.
“Quiero agradecer al señor presidente Daniel Ortega por ese corazón tan grande que tiene, por ese corazón solidario y ante todo por un corazón valiente”, declaró Granda a su llegada anoche a Managua, a bordo de un vuelo comercial, procedente de Colombia con escala en Panamá, según la fuente gubernamental.
Granda manifestó a su llegada al aeropuerto, al que sólo tuvo acceso la prensa oficial, que al otorgársele el asilo político a él; a su esposa, Elba Mercedes Aranga, y a su hijo, se ha evitado que en Colombia se haga “un típico delito de sangre, un falso positivo jurídico”.
Según el asilado, las autoridades colombianas lo “querían exterminar moralmente” y de paso conducirlo a “un crimen de odio”.
“Soy un docente que lleva 27 años dictando cátedra en los sectores públicos y privados, además he trabajado en la Procuraduría General de la nación y en la Contraloría de Bogotá, en empresas públicas de Medellín, soy asesor, consultor, investigador y académico”, sostuvo.
Granda y su familia ingresaron a finales de mayo pasado a la embajada de Nicaragua en Bogotá y solicitaron asilo político, que fue concedido el 4 de junio pasado, según dijo el canciller nicaragüense, Samuel Santos, en base a la Constitución y las leyes del país.
El Gobierno colombiano ha acusado a Granda de delitos como financiación y administración de recursos relacionados con el terrorismo y concierto para delinquir agravado, además de rebelión.
Según las autoridades colombianas Rubén, Darío Granda sería el encargado de hacer millonarias transacciones financieras con dinero de las FARC que incluían compra de tierras, centros de recreación y otro tipo de bienes inmuebles.
Sin embargo, tras ser detenido en Bogotá en abril pasado, un juez consideró de dudosa legalidad las pruebas presentadas para acusarle de financiar y pertenecer a estructuras terroristas.
El nombre de Granda aparece supuestamente en documentos guardados en la computadora de Luis Edgar Devia, alias “Raúl Reyes”, portavoz internacional de las FARC, que murió abatido en una operación militar colombiana en territorio ecuatoriano en marzo de 2008.
Nicaragua también concedió asilo político durante la actual Administración de Ortega a la mexicana Lucía Moret y a otras tres presuntas guerrilleras colombianas que sobrevivieron al ataque militar en el que fue abatido “Raúl Reyes”.
