En medio de la consternación de familiares y vecinos, ayer fue desenterrado el cadáver de Johana Tercero Díaz, de 33 años, quien había desaparecido el 6 de enero del 2009.
Su desaparición había quedado en el misterio hasta que ayer fueron encontrados sus restos en la letrina de su casa, en el barrio La Primavera.
Antes del hallazgo, el supuesto autor de la muerte, Ismael Aguirre, compañero de vida de la mujer, fue capturado la mañana de ayer en la comunidad San Gregorio, Diriamba.
El Cuerpo de Bomberos, la Policía y peritos del Instituto de Medicina Legal (IML) se presentaron a realizar la excavación desde las 7:30 de la mañana para encontrar la osamenta que supuestamente pertenece a la ahora occisa.
Los hechos fueron desvelados hasta que el tercer hijo de Johana, Ismael Aguirre Tercero, de 16 años, denunció que el día de la desaparición de su madre él notó un comportamiento de su padre, de quien dijo haberlo encontrado en el lavandero enjuagando una sábana y encontró la tijera donde sus padres dormían llena de sangre.
“Me pareció extraño que mi papá estuviera echando tierra a la letrina, pero lo único que contestó cuando le pregunté por mi mamá, es que ella había salido a comprar, (pero) los vecinos me dijeron que ella no salió de la casa”, aseguró el joven.
Tres días después de desaparecida la ahora occisa, Ismael junto a su padre se mudaron a la comunidad de San Gregorio en Diriamba, donde supuestamente el hombre mantenía amenazado a su hijo hasta que logró escapar el martes y comunicarle a su familia en Managua para que pusieran la denuncia.
Lo más extraño, según fuentes extraoficiales de la Policía, es que el joven haya denunciado el hecho después de un año y con tanta exactitud dijo que en la letrina se “encontraba algo”.
Según la madre de la víctima, María Díaz Granado, su hija recibía maltrato de parte de su compañero de vida, porque éste tenía un carácter fuerte y constantemente vivían peleando.
La familia también sospecha que la muerte del hijo mayor de Johana, Eduardo Antonio Tercero, quien era hijastro del capturado, haya sido provocada por éste.
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