El servicio Jesuita para migrantes de la Universidad Centroamericana (UCA) inició una campaña a fin de que se garantice la protección y defensa de los derechos humanos de la población migrante, tanto como país de origen, tránsito y de destino.
Entre lo que proponen está la necesidad de que el Gobierno de Nicaragua cabildee con el de Costa Rica una nueva amnistía para los indocumentados nicaragüenses, pues estiman que de lo contrario seguirá promoviéndose el ingreso de más nicas indocumentados a ese país.
“Somos migrantes, somos nicaragüenses, demandamos protección”, es el lema de la campaña que durará dos meses y que será expuesta a diferentes sectores de la sociedad.
José Luis Rocha, uno de los expositores de la campaña, expuso que los deportados de Estados Unidos, Costa Rica y México, han asegurado que los consulados de Nicaragua no visitan ni responden a los indocumentados cuando los solicitan.
Hizo énfasis en el peligro constante al que se enfrentan muchos nicaragüenses, al igual que el resto de centroamericanos cuando deben pasar por México, que sirve como un gran filtro para los indocumentados que intentan llegar a Estados Unidos.
Rocha refirió que han conocido de muchos casos de nicas que han sido secuestrados por “Los Zetas”, sicarios de cárteles mexicanos, que les han obligado a pagar entre dos mil y cinco mil dólares.
El obispo emérito de Granada, monseñor Bernardo Hombach, quien asistió a la presentación de la campaña, consideró que “actualmente estamos viviendo en una situación de una gran diferencia yo diría de bienestar entre el norte y sur, pueblos ricos y pueblos pobres, y esta tijera se está abriendo siempre más, y ésta es prácticamente el 80, 90 por ciento de las causas por las que la gente emigra”.
Recordó que muchas veces la gente emigra en busca de un horizonte mejor para su familia, que tal vez están pasando grandes problemas en sus países, por lo tanto no se trata de personas que son criminales. Y “muchas veces nos quejamos del trato de nuestra gente en Estados Unidos, en Costa Rica y cuando otros están en nuestro país, tampoco les damos un trato según los derechos humanos”, criticó el religioso.
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