Por Eduardo Cruz
La lectura de un pronunciamiento político pro orteguismo, por parte de representantes de la Asociación de Jueces y Magistrados de Nicaragua (Ajumanic), causó el malestar y rechazo de los repesentantes de los poderes judiciales de 15 países reunidos en la VIII Conferencia Iberoamericana de Justicia Constitucional (CIJC), que se celebra en Managua.
“Quiero insistir en que esto (la lectura de pronunciamiento) desde luego no ha pasado, no tenía porqué pasar y desde luego la Conferencia lo que quiere es desearle la mejor de las fortunas a los compañeros nicaragüenses en la solución dentro de la Constitución de Nicaragua de los problemas que ahora mismo tienen planteados, pero creo que más allá la Conferencia nunca puede (inmiscuirse)”, expresó la magistrada del Tribunal Constitucional de España, Elisa Pérez Vera, quien actúa en el evento como representante de la Secretaría Permanente de la CIJC.
El pronunciamiento fue leído dentro del programa de la Conferencia por el magistrado de apelaciones sandinista Carlos Padilla, presidente de Ajumanic, y en el documento se ataca a los magistrados liberales de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), porque rechazan la permanencia de los abogados Rafael Solís y Armengol Cuadra como magistrados y no se integran a Corte Plena para elegir a las nuevas autoridades de la CSJ.
La magistrada española Pérez Vera admitió que el magistrado Francisco Rosales ya le había informado de que se iba a leer el comunicado.
“En ese momento (cuando Rosales le informó) yo pugné entre el deseo de evitar cualquier utilización de la Conferencia para la resolución o el planteamiento de algún problema que por ser doméstico, es ajeno a la Conferencia y en el que la Conferencia debe ser extraordinariamente respetuosa de la situación interna, y no es un tema de que no queramos participar, es que no podemos participar, ni podemos posicionarnos, por tanto es un tema que creo que nunca debió de tener acceso a esta sala”, puntualizó Pérez Vera.
La magistrada española en un primer momento no se quiso oponer a la lectura del comunicado para no violentar la libertad de expresión de los judiciales sandinistas, pero al final decidió que no era correcto por tratarse de problemas internos de la política nicaragüense.
Aunque no quisieron opinar abiertamente, otros magistrados extranjeros se molestaron por la lectura del pronunciamiento de Ajumanic.
El magistrado Rosales quiso curarse en salud antes de las declaraciones de la magistrada Pérez Vera, señalando que la lectura del pronunciamiento no será incluida en el acta de la Conferencia.