Manny Pacquiao tendrá que buscar otro adversario para su próxima pelea después que el plazo establecido por el promotor Bob Arum para concertar un acuerdo con Floy Mayweather Jr. pasó el sábado sin noticias de éste.
Los dos bandos han conversado durante varios meses desde que Mayweather volvió de un breve retiro, pero no han concretado nada.
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En el más reciente capítulo en las arduas negociaciones para tratar de concretar la pelea más apasionante del boxeo, Arum dijo que el bando de Mayweather ni siquiera ha respondido a una propuesta de contrato sin requisitos conflictivos aparentes.
Pacquiao ya ha accedido a someterse a pruebas de dopaje y a dividir equitativamente las ganancias en la que probablemente sería la pelea de mayor recaudación en la historia del boxeo.
“Por algún motivo —y estoy seguro de que tiene alguna razón válida— no quiso comprometerse”, dijo Arum.
Aunque Arum tuvo cuidado de no criticar a Mayweather, diciendo que éste podría aceptar la oferta increíblemente lucrativa en cualquier momento en la próxima semana, Arum planea entablar conversaciones con Antonio Margarito y Miguel Cotto para una pelea con Pacquiao en noviembre.
“(Pacquiao-Mayweather) estará muerta cuando convengamos un acuerdo para una pelea de Manny en noviembre”, advirtió Arum.
“En ese caso estaremos comprometidos por contrato a esa pelea y buscaríamos un acuerdo con Floyd para el año próximo. Si Floyd aparece y dice que quiere hacer la pelea (en noviembre), entonces nada se opondría a hacerla”.
Arum sostiene que no puede esperar más para iniciar el largo proceso de organizar un combate para Pacquiao, cuya agenda personal se ha hecho más exigente desde que fue elegido este año para el Congreso de su país, Filipinas. El promotor dijo que Top Rank necesita varios meses para arreglar los contratos de televisión y las giras promocionales para la pelea.
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