El jefe de Relaciones Públicas del Ejército, coronel Juan Ramón Morales, confirmó que efectivos del destacamento militar sur de esa institución militar capturaron ayer a una pareja de indocumentados en el sector del puesto fronterizo de Sarapiquí, que autoridades costarricenses sospechan que se trata de una pareja estadounidense vinculada a asesinatos en serie.
Morales dijo que aún no puede confirmar que se trate de la misma pareja estadounidense buscada por autoridades panameñas, debido a que las identidades que portaban estas personas indocumentadas no coinciden con las publicadas en medios costarricenses.
Además, por la lejanía del lugar, ayer por la tarde las autoridades del Ejército en Managua no tenían ninguna descripción de la pareja, que sería trasladada como retenida por estar indocumentados a San Carlos, para ser entregados a las autoridades locales de Migración y Extranjería.
La versión del jefe militar indica que la pareja que se desplazaba en una panga de nombre Diana y salía por el río Sarapiquí, no se detuvo al pasar por el territorio nicaragüense, por lo cual los oficiales le dieron persecución.
Al darle alcance los requisaron y les encontraron documentos de identidad holandesa, con los nombres de William Sextar y Laura Michel Ruiz, dijo Morales.
En Costa Rica, las autoridades esperaban ayer que Nicaragua les entregara a la pareja.
Según fuentes oficiales, agentes del Organismo de Investigación Judicial, la Policía Internacional (Interpol), Costa Rica e investigadores de la embajada americana acreditados en este país solicitaron en un puesto del Ejército de Nicaragua la entrega de la pareja de norteamericanos sospechosos de haber cometido varios crímenes en Boca del Toro, Panamá.
Los buscados son los norteamericanos William Adolfo Cortez (conocido como “Salvaje Bil”) y a su esposa, Jeana Seana; aunque la Policía de Panamá sospecha que usan identidades de otras personas para confundir a las autoridades.
Ellos huyeron de Panamá hacia Costa Rica y durante la tarde y noche del domingo, la Policía costarricense los buscaba en la zona de Turrialba de Cartago, al sur del país. Son reclamados en Panamá por la desaparición de una persona y la muerte de otras dos, todas de nacionalidad estadounidense.
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