PHOENIX/ EFE
El estado de Arizona apeló ayer ante un tribunal federal contra el bloqueo de las secciones más polémicas de su ley de inmigración conocida como SB1070, mientras más de 40 activistas que protestaban contra la medida fueron arrestados en Phoenix.
En la apelación, anunciada por la gobernadora republicana Jan Brewer, se pide que se levante el bloqueo para que la medida pueda aplicarse en su totalidad.
Si el caso llega hasta el Tribunal Supremo, como amenaza Brewer, abriría un frente legal sobre la soberanía de los gobiernos estatales y el Gobierno federal, encargado de hacer cumplir las leyes de inmigración.
SIGUEN PROTESTAS
Mientras se presentaba el recurso ante el IX Circuito de Apelaciones de San Francisco (California), en Phoenix continuaron las protestas y manifestaciones en las que se exigía una reforma migratoria integral. Un primer grupo de manifestantes, incluyendo activistas de California, marchó desde el tribunal federal, donde Bolton emitió su fallo, hasta el ayuntamiento y el edificio Wells Fargo, que alberga las oficinas del alguacil del Condado Maricopa, Joe Arpaio.
Entre los primeros arrestados figuró el ex legislador estatal Alfredo Gutiérrez, que se encontraba fuera del tribunal federal Sandra Day OConnor. El cubanoamericano Jorge Mursuli fue arrestado junto a otros que intentaban bloquear la calle Washington Street.
Bajo una fuerte vigilancia policial y seguidos por la prensa nacional e internacional, los activistas gritaron consignas como “¡Alto a la SB1070!”, “Sí se puede”, y “¡Arpaio, escucha, estamos en la lucha!”.
La ley SB1070 ha dividido a los vecinos en Arizona: quienes la apoyan creen que ésta es el antídoto para combatir la inmigración ilegal y la criminalidad; sus detractores consideran que la satanización de los extranjeros no corrige el maltrecho sistema de inmigración.
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