Por Carlos Alberto González
BOGOTÁ/AP
En un intento de recomponer las maltrechas relaciones con Venezuela y Ecuador, la nueva canciller colombiana María Angela Holguín tiene previsto recibir a sus colegas el venezolano Nicolás Maduro y al ecuatoriano Ricardo Patiño.
Las reuniones, por separado, serán en la sede del Ministerio del Exterior a partir del mediodía, según ha informado la cancillería aquí.
Visto como uno de los articuladores del acercamiento de Venezuela al nuevo gobierno colombiano, el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva anunció el sábado tarde que el entrante mandatario Juan Manuel Santos visitará su país el 1 de septiembre.
En una entrevista con la oficial Agencia Brasil, Lula agregó que tanto en Colombia como en Venezuela “las señales son que hay una disposición de volver a la normalidad”.
“Ya hay señales importantes que todo el mundo quiere conversar. Incluso porque todo el mundo perdió con esta confusión, todo el mundo perdió con el conflicto”, dijo Lula. “Vamos a perfeccionar aún más nuestra relación con Colombia”, indicó.
Tanto Maduro como Patiño llegaron la víspera a Bogotá para tomar parte en los actos de juramento de Santos, quien en su discurso de posesión declaró que uno de sus propósitos “fundamentales como presidente será reconstruir las relaciones con Venezuela y Ecuador”.
Poco después, como nuevo inquilino del Palacio de Nariño o casa de gobierno, Santos recibió en citas separadas al presidente de Ecuador, Rafael Correa y al canciller Maduro.
A la salida de esa entrevista con Santos, Correa dijo a reporteros el sábado por la noche que “las cosas van por muy buen camino” para el pleno restablecimiento de relaciones, rotas desde marzo del 2008.
Quito y Bogotá entraron en su peor crisis diplomáticas en décadas luego que militares colombianas atacaran un campamento de las guerrillas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano, en una zona cercana a la frontera.
Ecuador no sólo denunció el ataque como una violación a su soberanía, sino que demandó a Bogotá tener acceso a todos la información contenida en computadores decomisados por los militares colombianos en el campamento insurgente, en datos que comprometerían a funcionarios y ex funcionarios ecuatorianos en lazos con los rebeldes, según Bogotá.
Los discos duros de esos computadores, cuya credibilidad Quito siempre puso en duda, fueron entregados por Santos a Correa.
Correa, sin embargo, dijo que ese fue un primer paso, porque aún faltaba que le entregaran todos los datos de cómo se realizó el bombardeo y las bombas usadas, que sospecha pudieron ser estadounidenses y salir de la base de Manta, que era operada entonces por Washington en territorio ecuatoriano.
A pesar de los escollos, Bogotá y Quito avanzaron a fines de 2009 en la normalización de sus lazos y designaron en noviembre a encargados de negocios. Sólo faltaría el nombramiento de embajadores.
Con Venezuela, en cambio, los tropiezos han ido en incremento desde hace al menos dos años y finalmente el presidente Hugo Chávez anunció el 22 de julio la ruptura de relaciones diplomáticas con Bogotá molesto por la reiteración de denuncias hechas aquel día por Colombia ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) sobre la presencia de jefes de las FARC y del también rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN) en territorio del vecino país y con la anuencia de Caracas, que lo niega.
Pero esta semana y con la intervención del presidente Lula, que estuvo en Caracas antes de venir a Bogotá para los actos de la entrega del mando a Santos, se convino en la visita de Maduro a la capital colombiana.
Santos ha dicho que aunque agradece las mediaciones de buena voluntad, prefiere “el diálogo directo”.
Chávez, en cuyo país el discurso del nuevo mandatario colombiano fue transmitido en directo por la televisora estatal, pareció recoger el guante y aseguró en un discurso el sábado por la noche que estaba de acuerdo con un encuentro “cara a cara” y que si Santos “no puede venir en los próximos tres o cuatro días, yo estoy dispuesto a ir a Colombia a una reunión con el nuevo presidente colombiano”.
