El ministro de Hacienda y Crédito Público, Alberto Guevara, afirmó ayer que el techo del Presupuesto General de la República del 2011 apenas crecerá un 5 por ciento en términos nominales, lo que representa un aumento mínimo, con base en lo que se está recaudando a través de la reforma tributaria.
Eso significa que el Gobierno apenas estima incorporar 1,624 millones 675 mil córdobas a la disponibilidad de recursos para el próximo año, sobre la base de cómo quedará el techo del presupuesto del 2010 una vez se le incorporen los 1,400 millones de córdobas obtenidos vía sobrerrecaudación de impuestos por medio de la reforma anunciada para este mes.
Guevara explicó que ésta es la propuesta que presentarán en la mesa de negociación que inician hoy con la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sorprendió que el ministro no aseguró aumentos salariales en el Estado, sólo están contemplando el aumento de inversión pública y el manejo del déficit, que no esperan se eleve demasiado por el gasto de las elecciones presidenciales del próximo año.
Para el ex ministro de Hacienda, diputado Eduardo Montealegre, ese 5 por ciento de crecimiento no es comprensible por cuanto está muy debajo de lo que el presupuesto venía incrementándose hasta el 2009, cuando sufrió una fuerte contracción como resultado de la crisis económica.
Montealegre recordó que desde el 2003 el presupuesto creció entre 12 y 15 por ciento anualmente, por lo cual no es explicable que el Gobierno proyecte una cifra tan pobre.
El presupuesto aprobado este año es de 31,093.5 millones de córdobas, que crecerá a 32,493.5 millones con los ingresos a incorporarle vía reforma. El déficit es de más de 5 mil millones de córdobas.
“Creemos que vamos a tener aproximadamente un incremento de un cinco por ciento (presupuesto)”, afirmó Guevara. “No estamos hablando de cuestiones salariales”, respondió a la consulta sobre la demanda de los maestros de mil córdobas de aumento.
SI HAY AJUSTES SALARIALES, SERÁN MÍNIMOS
El ministro respondió que igual hay demandas del pueblo, pero se debe hacer “un balance”, pues la prioridad de los recursos serán la reparación y construcción de escuelas, hospitales y centros de salud, compras de medicinas y reparación de caminos.
Sostuvo que está pendiente acordar dentro del programa con el FMI el tema de los ajustes salariales, los cuales dijo que de darse no serán “ajustes salariales particulares a nadie. Se hacen sobre la base de un monto proporcional del presupuesto”.
Dijo que para mantener equilibrado el presupuesto, tendrá que seguir siendo financiado a través de los impuestos, donaciones de cooperantes externos y préstamos.
Por su parte, Montealegre cuestionó a Guevara por no presentar una estimación real de cómo serán incorporados los aumentos salariales en el crecimiento previsto del presupuesto.
“El Fondo Monetario no aceptará que les presenten una propuesta sin incluir el aumento salarial, ni el bono, porque es un gasto permanente”, aseguró el ex ministro de Hacienda.
HAY QUE PONERLE OJO AL DÉFICIT, DICE MONTEALEGRE
Montealegre explicó que el mayor problema que él ve en cuanto al Presupuesto está en que el gasto estatal ha crecido demasiado con Ortega, aumentando con ello el déficit que debe preocupar.
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“Don Enrique (Bolaños) dejó el déficit en 0.2 por ciento y con este Gobierno anda en 3.5 por ciento”, dijo.
Montealegre agregó que el déficit del presupuesto no debe crecer como efecto de las elecciones nacionales, por cuanto “éstas se financian con el incremento de los ingresos vía impuestos que se perciben”.
“Las elecciones están calculadas que cuesten 700 millones de córdobas, y sólo en lo que va del año hay incrementos de 1,400 millones, por tanto hay de dónde cubrir perfectamente sin necesidad de que crezca el déficit”, explicó.
TEMA INSS NO VA
Ayer también el asesor económico del Presidente, Bayardo Arce, anunció que el Ejecutivo no presentará al FMI la propuesta de reforma a la Seguridad Social, como estaba comprometido en el programa, para evitar que sea usada como tema en las elecciones.
“Aunque ya la tenemos prácticamente finalizada, no creemos que sea saludable, con una clase política irresponsable, poner en el tapete de discusión el tema de la Seguridad Social, porque van a salir cualquier tipo de propuestas supuestamente ganando votos, y lo que va a terminar es afectando la economía”, afirmó.
Arce dijo que pedirán a la misión del FMI que “entienda” que es un acuerdo entre Gobierno, empresarios y trabajadores comenzar la discusión sobre el tema hasta el 2012.
COSEP RESPALDA POSICIÓN DEL GOBIERNO
El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, durante su discurso por el Día del Empresario, expuso que igual están en contra de la discusión sobre la reforma al Seguro Social y de la Ley de Equidad Fiscal en tiempo electoral.
“Reformas estructurales que afectan al sistema económico y que afectan la estabilidad del empleo y la sostenibilidad de las empresas no pueden ser negociadas en períodos electorales”, afirmó.
Aguerri dijo que, aun cuando les acusen de “cómplices”, seguirán conversando con el Gobierno, justificando que es por la búsqueda de la generación de empleos en Nicaragua.
ARCE DISCREPA DE ROSALES
Pero también Arce defendió las facultades del presidente Daniel Ortega para disponer de los recursos que tiene el Gobierno colocados en las reservas internacionales en el Banco Central de Nicaragua, para garantizar un fondo si el Alba no entregara 500 millones de córdobas para seguir pagando el bono-regalo a los trabajadores públicos.
“He explicado que las reservas internacionales del país se forman con los encajes legales de los bancos, con las disponibilidades que el Gobierno tiene depositado ahí. Y el Gobierno tiene plata y la puede retirar cuando quiera”, insistió Arce.
De esta manera contradijo al presidente del BCN, Antenor Rosales, quien el lunes defendió que únicamente el Consejo Directivo del banco está facultado para el manejo las reservas internacionales. Incluso que las mismas no pueden usarse de esa manera, ni tampoco para que se coloquen recursos privados o públicos con esta finalidad.
NECESITAN DEL FONDO AUNQUE NO QUIERAN
Por su parte, el ministro Guevara restó importancia a quienes culpan a Ortega por haber complicado la negociación con el FMI al haber dado el bono-regalo.
Pero reconoció que el país debe lograr que se le apruebe la cuarta y quinta revisiones del programa macroeconómico, y la extensión de un año del mismo. No obstante, para conseguirlo, el Gobierno sólo aceptará asumir compromisos en materia macroeconómica que “podamos cumplir”.
Para él no es tanto lo que el país gana en la obtención de fondos adicionales de parte del Fondo, sino que requiere conservar la relación, “que la necesitamos todavía”.
Están pendientes de desembolso 36 millones de dólares del FMI.
“No son grandes números”, dijo Guevara, pero se requiere que el organismo diga que Nicaragua tiene un programa económico financiero sólido para que otros organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial y la cooperación externa liberen recursos contratados vía préstamos. Del BID están atados 42 millones de dólares al programa del FMI.
ORTEGA DEFIENDE SU BONO
Anoche durante la inauguración de la ampliación de las instalaciones de la empresa Istmo Textil Nicaragua, de inversión coreana, el presidente Daniel Ortega retomó el tema del bono-regalo que reciben 147 mil trabajadores del Estado.
En esta oportunidad Ortega trató de aclarar las contradicciones surgidas a raíz de que él mismo anunciara que tomaría 500 millones de córdobas de la sobrerrecaudación fiscal para crear un fondo de garantía que asegure su entrega el próximo año.
“Quiero expresar con toda claridad que este bono no le significa ninguna carga al presupuesto de Nicaragua. No le resta al presupuesto ni un centavo, ni tiene que ver nada con lo que son las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. Claro, el Fondo quiere meter las narices por todos lados, es normal. Pero no tiene por qué estar descalificando esta acción solidaria del Alba, porque son las empresas del Alba”, enfatizó Ortega.
Añadió que con sus utilidades las empresas privadas pueden hacer lo que quieran y el FMI no tiene por qué meterse, ya que es “un derecho de la empresa que debe respetarse”, indicó.
(Colaboración de Lucydalia Baca)
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