La Plaza de Las Victorias fue un lugar incómodo para la ciudadanía que asistió a las celebraciones patrias. Como de costumbre, el Presidente llegó tarde y el partido gobernante impuso su bandera. La lluvia amenazó en todo momento.
La llamada Plaza de Las Victorias resultó ser un espacio muy reducido para los desfiles patrios y no permitió que la ciudadanía observara a gusto.
La lluvia amenazó todo el tiempo el desfile.
Y lo peor fue que el presidente Daniel Ortega se presentó con dos horas de retraso, 10 minutos después de las 5:00 de la tarde. cuando los estudiantes tenían más de tres horas de estar bajo la lluvia.
El desfile inició después del discurso del presidente Daniel Ortega y de un mensaje del cardenal Miguel Obando y Bravo, siendo los primeros en desfilar los abanderados del Colegio República de Cuba.
Los maestros de ceremonia resultaron ser la ministra de Educación, Miriam Raudez y el Secretario General de la Alcaldía de Managua, Fidel Moreno, supuestamente en representación de la juventud. Ambos cometían imprecisiones con frecuencia.
Lo que debería ser un evento ciento por ciento patrio, a ratos se convertía en un acto partidario, ya que las banderas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) emergían de entre la multitud.
El propio Ortega tenía una enorme bandera rojinegra detrás de él, junto a la Azul y Blanco.
Una representación de la Juventud Sandinista desfiló entre los primeros bloques y se detuvo un período
considerable frente a donde estaba el mandatario.
Fueron 83 colegios los que desfilaron, además de la Policía, el Ejército, colegios de atención especial para personas con capacidades diferentes, los scouts, entre otras instituciones educativas.
Los trabajadores del Ministerio de Educación (Mined) vestían una camiseta con la leyenda: “Jornada Patria-31 años de la Revolución”.
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