En un acto de reverencias al presidente Daniel Ortega y a su partido, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), se convirtió ayer el acto oficial de celebración del 154 aniversario de la Batalla de San Jacinto y 189 aniversario de la Independencia de Centroamérica.
La tradicional Jura a la Bandera, que por décadas fue el símbolo de las fiestas patrias en Nicaragua, ayer pasó a la historia porque Ortega hizo que los estudiantes juraran y se comprometieran con el principio de “solidaridad” que identifica a su gobierno.
En la actividad, que más que desfile patrio fue un saludo al Presidente y su familia, fue notorio que muchos estudiantes de diferentes colegios vestían atuendos rojo y negro y hasta portaban banderas del FSLN y motivos de la propaganda de este partido.
Los alrededores de la Plaza de las Victorias, en carretera a Masaya, estaban cercados por retenes de la Policía Nacional que controlaban el paso de los espectadores hacia las inmediaciones de la tarima presidencial, instalada frente al Hotel Hilton Princess.
El acto estaba programado para las 3:00 p.m., pero inició con dos horas de atraso y bajo la lluvia. Los estudiantes, con sus bandas de guerra, estuvieron allí desde la 1 de la tarde y cuando apareció Ortega ya estaban mojados y hasta enlodados, porque debido al cansancio se habían sentado en el suelo.
En un mensaje de siete minutos, el mandatario aprovechó para dar gracias a la solidaridad de las “empresas grannacionales” de la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba), el proyecto político del venezolano Hugo Chávez.
Anunció que, gracias al Alba, los mejores estudiantes que concluyan la primaria y la secundaria, lo mismo que los hijos de los mejores maestros del país que no cuenten con recursos, recibirán una “asignación” que les garantice no “quedarse a medio camino” en sus estudios por falta de recursos.
- La Coordinadora Civil, a través de un comunicado, manifestó ayer que el país sigue sometido a la dependencia de la cooperación venezolana que se presenta como cooperación privada, mientras la falta de transparencia de su manejo es justificada bajo la figura del Socialismo del Siglo XXI.
También criticó que mientras se celebra la independencia de España, el país continúa dependiendo de los organismos financieros internacionales que mandan recetas repetidas y de talla única, ordenando lo que se debe hacer para obtener financiamiento en contubernio con unos funcionarios que se dicen revolucionarios.
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RESALTA “EXPANSIONISMO YANQUI”
En una demostración de que las matemáticas no son su fuerte, ya que necesitó contar de diez en diez y luego sumar, el presidente Ortega logró descifrar que ayer se celebraba el 154 aniversario de la Batalla de San Jacinto, el “símbolo de la resistencia heroica del pueblo nicaragüense”.
“La Batalla de San Jacinto es la ratificación de la voluntad de los patriotas que venían luchando por la independencia, que habían caído en esa lucha por la independencia que se hizo realidad en el año 1821, pero se vio amenazada por el expansionismo yanqui, cuando trataron de adueñarse no solamente de Nicaragua, sino de toda la región centroamericana”, destacó Ortega.
Añadió que “así como el 15 de septiembre toda la región centroamericana decretó la independencia… de igual manera en las batallas que se libraron contra el filibustero yanqui se unieron los pueblos centroamericanos, porque el yanqui aspiraba no solamente a esclavizar a Nicaragua, sino a toda Centroamérica”.
Como en otras ocasiones, además de algunos funcionarios de gobierno, estaban en la tarima principal la Primera Dama y Secretaria del Consejo de Comunicación, Rosario Murillo, hijos y nietos de la pareja presidencial.
El infaltable acompañante de Ortega, el cardenal Miguel Obando y Bravo, también estuvo presente y debió esperar solo en la tarima por casi una hora mientras llegaban el Presidente y su familia.
INSISTE EN FONDO DEL ALBA
Durante el breve mensaje, Ortega nuevamente trató de despejar las dudas que él mismo generó hace días cuando dijo que tomaría 500 millones de córdobas, de una reforma al presupuesto de la República, para crear un fondo que garantizara el bono que reciben los empleados públicos con fondos venezolanos del Alba.
“Los fondos del Alba, que no afectan en nada el presupuesto de la República de Nicaragua, están en una concepción de solidaridad, cristianismo, socialismo, complementariedad”, enfatizó el mandatario.
Luego dijo que el dinero del Alba no es limosna, sino un instrumento para combatir la pobreza.
IMPROVISA JURAMENTO
Para concluir, pidió a los estudiantes y todos los nicaragüenses hacer el juramento, a su manera.
“Todos juramos ante Dios, ante la patria, ante nuestra bandera seguir defendiendo los derechos de nuestro pueblo. Seguir comprometiéndonos en el estudio y en la formación en todos los campos, incluyendo el campo cultural y el campo deportivo. Seguir contribuyendo al bienestar de nuestro pueblo, comprometidos con la solidaridad que es el principio cristiano de amarnos los unos a los otros”, dijo Ortega, ignorando el juramento establecido en el decreto legislativo 50-90, en vigencia desde 1990.
Este decreto establece que siendo la bandera la encarnación misma de la Patria, se debe venerar y amar por igual, sin distingos de partidos, creencia o ideologías y manda a jurar ante ella: “Prometéis solemnemente ante Dios, la Patria, Mártires y Héroes Nacionales, por vuestro honor y dignidad ciudadana, respetar, honrar y defender nuestra bandera azul y blanco, símbolo de nuestra independencia, libertad y soberanía”.
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