La mayoría de los ganaderos de nuestro país se dedican a la ganadería de doble propósito, o sea a la crianza de los terneros y a la producción de leche, siendo ésta una característica que se presenta en todo el territorio nacional.
Nuestra caja chica es la venta de leche que nos genera un ingreso con el cual nos permite poder pagar semanalmente a los trabajadores de la finca y con el ternero nos autofinanciamos para los gastos del mantenimiento de la misma propiedad, logrando de esa manera poder generar empleo a los trabajadores en el campo.
Los dos años de sequía y la recesión económica mundial tuvieron un impacto en el sector ganadero, generándole pérdidas económicas debido a una disminución en la demanda de carne que se tradujo en una reducción de los precios, provocando una baja en el nivel de ingreso de los ganaderos.
Desde que entra el invierno, todos conocemos que se produce un aumento en la producción de leche, siendo esto conocido como el golpe de leche, lo cual afecta de manera negativa el precio, ya que éste inmediatamente sufre una reducción debido a una mayor oferta en la producción, por lo que una parte de la leche es procesada y exportada sobre todo al mercado de El Salvador, y otra parte de la leche es comprada a precios bajo, lo cual es procesada de manera artesanal y vendida en forma de queso y cuajada en los diferentes mercados del país, afectando con dicha oferta los precios que se le pagan a los productores en las demás regiones.
Los problemas que se presentan en la productividad por falta de un mejoramiento genético, asistencia técnica, transferencia tecnológica e infraestructura como son los caminos, electrificación, tienen un efecto en el ganadero, ya que actualmente los ingresos económicos se han visto reducidos por la baja de los precios que se han dado en el ganado y la leche, acompañados por las alzas constantes de los insumos y del combustible especialmente, por lo que el productor ha sido afectado en el mantenimiento de su propiedad y sustento de la familia siendo de suma necesidad la implementación de programas que apoyen al sector para que se pueda tener una mayor competitividad.
Esta problemática que sufren los productores de leche es la que ha sido retomada por la Comisión Económica de la Asamblea Nacional por lo que en junio del año 2009 fue aprobada por dicha Asamblea la Ley de Fomento al Sector Lácteo y del Vaso de Leche Escolar, por lo que se esperaba que este año esta Ley se pusiera en marcha, lo cual no ocurrió.
Para la implementación de esta Ley quedó aprobado el Consejo Nacional de Desarrollo del Sector Lácteo, integrado por el sector público representado por el Magfor, Mific, MED, Minsa, Marena, MTI y Banco Produzcamos y por el sector privado Canislac, Conagan, UNAG, Unileche, Faganic, Cadin, etc., debiendo ser éstos juramentados por el Presidente de la República.
Esta Ley tiene un carácter social, ya que los beneficiarios serían la población estudiantil de escasos recursos ubicados en los preescolares y en centros de primaria, ya que ellos tendrían garantizado su vaso de leche, contribuyendo de esa manera a mejorar la dieta alimenticia de los estudiantes, y con ello se estaría promoviendo el consumo, ya que contradictoriamente a nivel de Centroamérica somos los que menos consumimos leche, a pesar que nuestro país es eminentemente ganadero.
Recientemente el Consejo Nacional de Desarrollo del Sector Lácteo llevó a cabo una reunión, sin embargo, se pone en duda la implementación de este programa para el próximo año, ya que no se ha discutido el presupuesto institucional, el cual ya debió de haber sido conocido y presentado ante el mismo consejo para su aprobación en el Presupuesto General de la República del año 2011. De no llevarse a cabo este programa ello afectaría a los estudiantes de menores recursos y a los productores, a pesar de que este programa se debió de haber contemplado en el Presupuesto General de la República de este año 2010, o en su reforma, sin embargo esto no se hizo posible, por lo que se hace necesario que dicho consejo agilice la operatividad de este programa para que tanto los estudiantes como los productores puedan ser beneficiados.
El autor es vicepresidente de Faganic.
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