CORRESPONSAL/ESTELI
Productores del departamento de Estelí se debaten entre la esperanza y el pesimismo frente al ciclo agrícola de postrera, tras los efectos negativos que las lluvias produjeron en la siembra de primera. Debido a esta situación algunos están pensando en emigrar hacia la ciudad o fuera del país.
Muchos no cosecharon el frijol ni el maíz que sembraron durante el ciclo de primera y en el mejor de los casos les quedó apenas para el consumo de sus familias, sin embargo un gran número de productores no obtuvo ni para el consumo y mucho menos para comercializar el producto que les genera ingresos.
Carlos José Morán Castillo es productor de la comunidad Las Cámaras, ubicada sobre la carretera al municipio de San Nicolás. “Del frijol yo esperaba sacar 20 quintales porque es Samurano vaina blanca, que rinde bastante porque ya había sembrado la vez pasada, pero ahorita lo más que saqué fue cuatro quintales”, dijo.
Agregó que también su maíz se le perdió y a duras penas sacó cinco quintales de los 30 esperados. Afirma que ya hizo contactos con gente de la ciudad de Estelí donde tendrá que viajar su esposa a trabajar como doméstica, mientras él se prepara para buscar trabajo como fotógrafo.
“Algunos (de esta comunidad) están migrando a otro lado (país), pero uno piensa eso que está pasando en México y tenemos temor y decidimos vivir a la buena de Dios y subsistir con los niños”, expresó Morán Castillo.
EN LA SIN REMEDIO
La productora de la comunidad Los Llanos número Uno, del municipio de Pueblo Nuevo, Verónica Zavala, dijo que si las lluvias no los dejan sembrar este próximo ciclo, a muchos no les quedará más que irse a otro lugar.
El vicepresidente de la Asociación de Productores de Estelí (Asoprae), Salvador Castillo, dijo que todavía no hay migración del campo, pero manifestó que las condiciones en el área rural son difíciles.
Elías Montoya Castillo, productor de la comunidad de San Roque, municipio de Estelí, expresó que muchos campesinos están buscando sembrar en laderas y cerros porque en las partes planas no se puede ni arar, producto de la humedad.
POR PERDERLO TODO
Francisco Toruño, de la comunidad La Tunosa, del municipio de Estelí, dijo que durante el ciclo de primera sufrió fuertes pérdidas, ya que no logró cosechar ni un quintal de frijoles. Apenas tres arrobas (75 libras) que según dijo no serán suficientes para el consumo de su familia.
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Para este ciclo de postrera se arriesgó a sembrar en tres manzanas, pero durante las últimas lluvias que iniciaron por Matthew se le perdió toda la semilla del frijol, mientras el maíz está en riesgo de que no sirva ni para guate (alimento para el ganado).
Dijo no tener otra alternativa más que esperar el verano y tratar de sembrar con riego.
NO TODO ESTÁ PERDIDO
Por su parte, Justo Pastor Mendoza, presidente departamental de la UNAG en Estelí, dijo que hasta la semana pasada había un retraso de tres semanas en la siembra de postrera, ya que tradicionalmente en la primera semana de septiembre comienzan a preparar los terrenos para ese ciclo.
“No podemos decir que todo está perdido, pero esperamos que el invierno se nos prolongue un poco más para poder sacar una buena cosecha”, expresó Mendoza.
El delegado departamental del Ministerio Agropecuario y Forestal (Magfor) de Estelí, José Angel Rugama, informó que a nivel nacional esa institución está trabajando de cara a los escenarios que se presentarán durante el ciclo de postrera y de apante para tener éxito con la cosecha.
Dijo que si las condiciones de humedad son muy altas, en los terrenos bajos no es recomendable lanzar semillas porque se van a perder, por lo que se está recomendando a los productores implementar técnicas que permitan obtener otros resultados aunque continúen las lluvias.
“Por ejemplo una modalidad es dejar que el monte crezca y trabajar con frijol tapado que es una práctica que se utiliza en la zona de la Guinea donde el frijol se bolea y después se chapea. Con la humedad que hay en el suelo y con variedades de ciclo corto como los cuarentano (variedad de frijol), vemos una oportunidad de producir alimentos y garantizar en primer lugar la seguridad alimentaria”, dijo Rugama.
CIFRAS OFICIALES
Rugama informó que en este departamento se perdió el 49 por ciento de la cosecha del frijol, pero los cultivos que se lograron establecer fueron afectados por las constantes lluvias y su rendimiento fue bajo.
“Esto significa que si antes el productor sacaba entre 15 y 20 quintales por manzana, este año andamos entre los 8 y 12 quintales”, explicó Rugama.
El productor Rubén Montenegro, de la comunidad La Concepción, del municipio de La Trinidad, explicó que con sus hermanos lograron sembrar ocho manzanas de las que obtuvieron alrededor de cien quintales de frijol.
Sin embargo producto de las lluvias “el frijol se pudrió y en ningún lugar hay frijol bueno, por lo que están vendiendo el quintal entre 850 y mil córdobas, a pesar de que por lo menos un 40 por ciento de ese frijol está podrido”.
Esta situación se refleja en el mercado de Estelí, donde la libra de frijol se está vendiendo entre los 13 y 17 córdobas.