Ni descuentos en los recibos de servicios básicos, ni preferencia en el transporte urbano. Aunque la Ley del Adulto Mayor entró en vigencia el pasado 14 de septiembre, ninguno de los beneficios que estipula esta legislación están alcanzando a los mayores de 60 años del país.
Donald Castillo, presidente la Asociación de Jubilados y Pensionados de Nicaragua, asegura que el Ministerio de la Familia, que es el ente encargado de la aplicación de la ley, no cuenta con ninguna estructura montada y que los trabajadores de Mifamilia les dicen que todavía no les han bajado ninguna instrucción.
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HABÍA TRES MESES
La ley fue aprobada por el Legislativo el pasado 14 de mayo y fue publicada en La Gaceta el 14 de junio; por lo que otorgaba tres meses de ventaja para que las instituciones vinculadas al cumplimiento de la misma se prepararan para ejecutarla.
Entre los beneficios que plantea la ley están descuentos en las facturas de servicios básicos como agua potable, energía eléctrica y telefonía fija; además de la gratuidad en el transporte urbano colectivo, entre otros. Sin embargo, para gozar de estos beneficios, debían inscribirse en el Ministerio de la Familia, para que éste les concediera un carné que los reconoce como adultos mayores.
“A la gente que ha llegado a solicitar su carné del adulto mayor, que es el primer paso, les han dicho que todavía no les han bajado instrucciones, entonces en este momento no se está aplicando la Ley del Adulto Mayor”, señaló Castillo.
NO HAY REGLAMENTO
En un inicio se habló que la ley beneficiaría únicamente a los adultos mayores que reciben pensión por parte del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS); sin embargo, ésta cubrirá a todo nicaragüense mayor de 60 años.
Sin embargo, los miembros de la Unidad Nacional del Adulto Mayor (UNAM), que durante meses han luchado porque se les conceda una pensión reducida de vejez, prefieren esperar a que el Presidente publique el reglamento para ver de qué manera van a ser beneficiados.
“Nosotros estamos esperando a que ese reglamento a lo mejor pueda darnos algunos beneficios; nosotros aplaudimos esta ley, aunque no sabemos si vamos a recibir algún beneficio”, señaló Porfirio García, presidente de la UNAM.
De tal manera, que mientras el Presidente no publique el reglamento, la trascendencia de esta ley se limitaría a las buenas intenciones; ya que además el Consejo Nacional del Adulto Mayor (Conam), del que forman parte diversos ministerios y representantes de los adultos, ni siquiera se ha conformado.
Por otro lado, Humberto López, presidente de la Fundación Nicaragüense de la Tercera Edad (Funite), ve esta legislación con diferentes ojos. Para él ya es un avance el hecho de que en el país exista una ley que reconoce los derechos de los adultos mayores.
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