El ex presidente de Honduras Manuel Zelaya culpó al Gobierno de los Estados Unidos de que en su país aún no se haya logrado la reconciliación, por el papel negativo que juegan las autoridades estadounidenses “para dejar impune el golpe” de Estado, informó hoy un vocero del Gobierno sandinista.

El ex mandatario Arnoldo Alemán juró este sábado que no hay un repacto con el partido de Gobierno, pero no cerró las puertas a una Constituyente que permitiría una reforma a la Carta Magna, mientras creció el rechazo hacia la decisión que regresen cinco de seis magistrados liberales a la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

“En Nicaragua lo insólito se ha vuelto cotidiano”, así resume un editorial de La Nación de Costa Rica las constantes violaciones a la Constitución de parte del presidente Daniel Ortega, en su afán reeleccionista.

Los diputados del régimen de Daniel Ortega y la alcaldesa designada de Managua, Daysi Torres, repartieron ayer a manos llenas leche, jugos y golosinas a un total de 1,739 niños damnificados por las lluvias en la capital. A los albergues llegó una parte de parlamentarios de la bancada del gobernante FSLN. Otros 283 niños recibirán lo mismo hoy domingo en algunos centros de albergue del Distrito Seis de la capital. Los diputados entregarían un total de 3,750 litros de leche, 3,510 refrescos fortificados y 2,150 bolsas con golosinas. Según el jefe de la bancada del FSLN, diputado Edwin Castro, la ración salía a medio litro de leche por niño, más un jugo y una bolsa con caramelos, bombones y galletas. A pesar de que los niños agradecían por esto al presidente Daniel Ortega, a quien no conocen en persona, ya que nunca ha llegado a los centros de albergue donde corearon su nombre, el dinero para comprar estos productos proviene de lo que reciben los diputados para obras sociales, que viene de los impuestos que paga cada nicaragüense cuando realiza una compra.

Un antiguo proverbio, aún muy popular, dice que el río revuelto es ganancia para pescadores, porque cuando el agua está sucia y turbia el pez se distrae de los peligros y al pescador le va mejor. En la política nicaragüense no hay un río más revuelto que la Asamblea Nacional ni un pescador más beneficiado que el presidente Daniel Ortega Saavedra.