14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Hacia atrás y hacia adelante

No recuerdo cuando fue que mi profesora de geografía –años luz– me explicó lo de los husos horarios. ¿Cómo darme cuenta, no del fundamento o soporte científico, sino de su evidencia real? Hay noticieros extranjeros que suelen indicarnos qué hora es en tal o más cual país, otra muestra de ello es en nuestro propio aeropuerto internacional, donde una serie de relojes con placas en su parte inferior que indican las capitales más importantes del mundo de varios continentes, nos enuncian la diferencia de hora entre una y otra ciudad con relación a la nuestra.

No recuerdo cuando fue que mi profesora de geografía –años luz– me explicó lo de los husos horarios. ¿Cómo darme cuenta, no del fundamento o soporte científico, sino de su evidencia real? Hay noticieros extranjeros que suelen indicarnos qué hora es en tal o más cual país, otra muestra de ello es en nuestro propio aeropuerto internacional, donde una serie de relojes con placas en su parte inferior que indican las capitales más importantes del mundo de varios continentes, nos enuncian la diferencia de hora entre una y otra ciudad con relación a la nuestra.

Cuando me ha tocado viajar, si es dentro de Centroamérica no hay problemas, situados en el mismo horario, al encontrarnos en el mismo huso, cuando llegamos al lugar de origen, comunicarnos con nuestros familiares resulta sencillo. El problema surge cuando hay horas de diferencias, con relación a la patria que nos vio nacer.

Sin embargo hay diferencias significativas, las cuales dependen del número: a mayor diferencia, mayor confusión, más lenta la adaptación, a lo que adiciono el tiempo que estés fuera.

Me basaré en dos ejemplos: Una hora de diferencia. Al parecer no es tan traumático y lo que se me ocurrió hacer fue simplemente dejar en mi reloj en la hora nicaragüense a la cual sencillamente le restaba una hora.

Nota para reflexionar: ¿ha pensado usted lo contradictorio de que hoy en día usted encuentra relojes en todas partes, en su muñeca, en una pulsera, en el celular, en el auto y seguimos siendo algo impuntuales? ¡Propóngaselo y llegue a tiempo, sin excusa alguna!) –

¿Consecuencias? Tal vez la cercanía geográfica era lo que no permitía levantarme a la hora en el país que visitaba, sino a la hora nuestra. ¿Qué hacer para aprovechar la misma? Leer, asomarme al balcón para ver la noche que se disipaba. El resto de la familia que me daba cobija se levantaba una hora después. ¿Y en el caso de los tiempos de comida? Esperar una hora después o buscar en el refrigerador alguna boquita que amainara el inicio de un proceso de salivación indicando la hora de desayunar, almorzar o comer.

Grosso modo, lo antes expuesto era lo más significativo.

¿El segundo ejemplo? 11 horas y media de vuelo y 8 horas delante de la nuestra, digamos 12 m en Nicaragua, 8 de la tarde ¿de la tarde? en el país que visitábamos. ¿Contradicciones al cambiar significativamente el número de horas? Desayunar, con relación a Nicaragua a las 3 p.m. del propio día, almorzar a las 11 p.m. también del mismo día y en el caso de la cena o comida 6 a.m. del día siguiente. Se me acaba el espacio. ¿Por qué 8 de la tarde? Estimados amigos y amigas ¡casi no dormía! 6 a.m. allá eran las 9 p.m. aquí. ¡Qué lío! ¿verdad?

Espectáculo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí