Por Darlene Superville
WASHINGTON/AP
El presidente Barack Obama dijo este sábado que el acuerdo al que llegó con los republicanos para extender la reducción de impuestos dista de ser perfecto, pero que es un buen convenio en general para los estadounidenses, si bien reconoció que muchos demócratas no están complacidos con lo que negoció con la oposición.
Al presionar nuevamente al Congreso para que apruebe la iniciativa a finales de año, Obama dijo a los legisladores en su programa de radio e internet: “Nuestra recuperación se fortalecerá o se debilitará de acuerdo con la decisión que ahora recae en el Congreso”.
El acuerdo extendería a todos los asalariados los recortes en las tasas de impuesto sobre la renta que debían expirar el mes próximo. Renovaría los beneficios para los desempleados de larga duración y reduciría los impuestos para Seguridad Social durante un año.
Los republicanos apoyan el plan porque no impondrá impuestos más altos a los más ricos, como ha deseado Obama desde hace mucho tiempo. Los demócratas se oponen al pacto alegando que es demasiado generoso con los ricos.
Obama dijo que será necesario que ambas partes acepten algunas cosas que no les gustan del acuerdo, pero añadió que el plan ayudará a las familias de clase media, que tanto él como otros han argumentado que deben evitar pasar por más dificultades económicas.
“La oportunidad para que las familias envíen a sus hijos a la universidad depende de este debate”, dijo Obama. “La capacidad de los padres de llevar comida a la mesa mientras buscan un empleo depende de este debate”, agregó.
El presidente dijo confiar en que el Congreso, donde se espera que la iniciativa sea sometida a votación la semana próxima, “hará lo correcto”.
Obama ganó cierto respaldo de alto perfil a su acuerdo de parte del ex presidente Bill Clinton. El viernes, el ex mandatario dijo a los periodistas tras una reunión en la Oficina Oval con Obama: “No creo que haya un mejor acuerdo”.