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Mario Hurtado Jiménez

Tünnerman se vuelve a equivocar

Leí la entrevista de Tünnermann, La Prensa 26 de diciembre. Los invito a analizarla y aspiro a demostrar que Tünnermann, mi amigo, está totalmente equivocado y no es la primera vez que en política se equivoca.

Primero quiero separar al rector, al académico, al amigo de intachables credenciales que es Tünnermann, del analista político. Dejo a un lado su participación como ministro, embajador, etc., del gobierno de Ortega y su lugarteniente Sergio Ramírez, jefe, mentor y amigo íntimo de Tünnermann. Analicemos el hoy y el mañana.

El principal problema de Nicaragua es que el 80 por ciento es pobre. Los gobiernos de los ochenta y el actual de Ortega no han podido sacar al pueblo de la pobreza, sino por el contrario, lo han hecho más pobre. Guerra, asesinatos, expropiaciones, confiscaciones injustificadas. Torturas, desapariciones, manipulaciones, quiebra de empresas, cambios de monedas expropiatorias, ofensas y manipulaciones religiosas, división de la familia, migración, servicio militar obligatorio, violaciones, narcotráfico, terrorismo, etc. Todo eso y más han sido y es el orteguismo.

Los liberales estamos claros que con el orteguismo jamás saldremos de la pobreza y por lo tanto la prioridad número uno es quitarles el poder político. No hay otra prioridad. Ninguna otra meta, sueño o tarea es tan importante y urgente para el país, como quitar al orteguismo del poder.

Cuando Carlos y yo apoyábamos al FSLN, el pueblo se unió alrededor de doña Violeta, la UNO, y la Contra jefeada por don Adolfo Calero para derrotarnos en 1990. Después que el orteguismo destruyó la UNO, vino Alemán y nos salvó en 1996 con el PLC. Y en el 2001 cuando los amigos de Tünnermann, como Sergio Ramírez y el MRS decidieron apoyar a Ortega bajo las faldas de la Convergencia, que es una organización política del orteguismo, como lo fue “El Grupo de los doce” en el que militó Tünnermann y Ramírez, Alemán escogió y apoyó a Bolaños y con el PLC le dimos una paliza al FSLN. Nicaragua vivió 16 años de paz, progreso y estabilidad, salvo las asonadas y huelgas del orteguismo. Es cierto que hubo corrupción, pactos, errores, etc., pero jamás se pueden comparar con los ochenta.

Cuando Tünnermann afirma que “Alemán frena la unidad”, está repitiendo lo mismo que Sergio Ramírez, quien pretende cobijarse con la sombrilla de escritor, cuando es quien da la línea política del MRS.

¿Se imaginan a los Yankees en Serie Mundial sin Mariano Rivera? Eso es lo que pide Tünnermann y los MRS. Vean estos datos: el único político activo que ha derrotado a Ortega en dos ocasiones es Alemán con el PLC. Doña Violeta y Bolaños ya se retiraron. El único partido que ha derrotado en dos elecciones nacionales y dos regionales al FSLN es el PLC. Pensar que el PLC se va a separar de su fundador, candidato, presidente honorario y principal líder, únicamente demuestra ignorancia política o mala fe.

Todos sabemos que sin el PLC no se le puede ganar a Ortega. Dejar afuera al PLC es promover la división como en el 2006 para que el FSLN vuelva a ganar. Las elecciones se ganan con votos a favor, no con opiniones de desaprobación de tal o cual político.

Si queremos ganarle a Ortega debemos ir en la casilla uno del PLC con candidatos a Presidente y diputados seleccionados en elecciones primarias. Y además debemos contar con quienes históricamente han logrado respaldo popular, independientemente si fueron pactistas, corruptos, malos maridos, pelones o chaparros. Y en nuestro arsenal contamos con Alemán, Montealegre, Rizo, Fabio, Alvarado, Vidaurre, Toño Lacayo, etc.

No se trata de escoger santos, se trata de llevar políticos que tengan respaldo popular. No importan las opiniones desfavorables, el CSE lo que cuenta son los votos a favor y todos los arriba mencionados son respaldados por segmentos del pueblo. Para ganarle al FSLN los necesitamos a todos.

Invito a mi amigo Carlos a que recapacite. Solo los agentes encubiertos y públicos del orteguismo quieren la división de los liberales porque le tiene miedo a la unidad liberal y a Arnoldo. Además pretenden “utilizar” a gente bien intencionada como Tünnermann para poner en su boca los argumentos que les favorecen. Las elecciones del 2011 no son para enjuiciar a corruptos, porque si de eso se tratara los “piñateros” serían los primeros en ir a la cárcel.

En el 2011 se decidirán los próximos 25 años y la lucha será entre el socialismo del siglo XXI y el capitalismo, yo votaré por el capitalismo. Y para vencer debemos ir unidos, principalmente los liberales y los que realmente amen a Nicaragua. La consigna es Todos contra Ortega. Y el que no siga ésta consigna, es orteguista consciente o lo traiciona el subconsciente.

El autor es empresario liberal.

 

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