CORRESPONSAL / COSTA RICA
La presidenta costarricense, Laura Chinchilla, descartó romper oficialmente relaciones diplomáticas y cerrar las fronteras con Nicaragua, como piden sectores radicales de ese país.
“¿A quién beneficia el cierre de fronteras?”, se preguntó Chinchilla.
“Todo el comercio costarricense pasa por Nicaragua y Costa Rica es el país que más gana con la integración centroamericana”, se contestó.
Los sectores más xenófobos costarricenses han propuesto en medios de comunicación ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales, cierre de fronteras, gravar tributariamente las remesas y hasta construir un río o canal paralelo al río San Juan.
“Si queremos seguir haciéndonos daño nosotros mismos, pues sigan defendiendo algunas solicitudes de medidas como esas”, criticó la mandataria.
Chinchilla dice que su país se ha preparado con seriedad para la audiencia en La Haya la próxima semana.
“Tenemos unos insumos que estarán también entrando en las próximas horas, que irán a reforzar la defensa de Costa Rica ante el tribunal internacional de La Haya”, agregó.
“ASES” BAJO LA MANGA
El canciller René Castro dice que Costa Rica tiene “ases” bajo la manga en este litigio contra Nicaragua, los cuales saldrán a la luz a medida que avance la audiencia en la Corte.
De los que se conocen públicamente están los mapas oficiales de los dos países, que no han sido verificados en el terreno; dos informes políticos de la Organización de Estados Americanos; el informe parcializado de Ramsar y ahora otro de la Fundación Neotrópica.
Costa Rica apareció unilateralmente ayer, mediante esta fundación no gubernamental, poniéndole precio a los supuestos daños ambientales. Neotrópica dice que los supuestos daños ambientales a su país cuestan unos 10 millones de dólares anuales, cálculo basado en el cuestionado informe Ramsar, según el diario La Nación.
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