La empresa Televisora Nicaragüense S.A., que aglutina al Canal 8 de Televisión y la radio Clásica (antes Radio Uno), en la frecuencia 101.9 Frecuencia Modulada (FM), tiene como apoderado legal generalísimo a José Jorge Mojica Mejía, empleado de confianza del presidente Daniel Ortega Saavedra.
Esto confirma documentalmente que la operación de compra de Canal 8 de Televisión fue una adquisición de un bien privado a favor de la familia Ortega-Murillo, sin que se haya aclarado si el dinero para la compra de esta empresa salió de los fondos personales del mandatario sandinista.
La compra habría rondado los 10 millones de dólares.
Cuando se desveló públicamente la operación de compra del Canal 8, el venezolano Rafael Paniagua, entonces gerente general de Alba de Nicaragua (Albanisa), aseguró que el canal había sido comprado por esa empresa, cuyo capital es principalmente venezolano y es la que ejecuta el convenio petrolero acordado entre Venezuela y Nicaragua.
Las declaraciones de Paniagua fueron desmentidas por una escueta nota de prensa enviada por Albanisa al día siguiente, en la cual la empresa matriz del denominado Grupo Alba aseguraba que en sus registros contables y jurídicos no se establecía ninguna operación de compraventa del Canal 8 de Televisión.
Posteriormente Paniagua fue removido de su cargo y regresado a Venezuela.
El pecado de Paniagua, al haber afirmado que Albanisa había comprado Canal 8, fue que la Ley de Telecomunicaciones establece que ningún grupo empresarial cuyos accionistas mayoritarios sean extranjeros puede adquirir un medio de comunicación nacional.
No sería la primera vez que Rafael Ortega Murillo es señalado de ser el “testaferro” de los bienes de la familia presidencial.
Rafael Ortega Murillo fue quien estuvo a cargo de la negociación que culminó en la compra de las operaciones que la Tribu Seminole tenía en Nicaragua, conformadas por el hotel del mismo nombre y dos fincas ganaderas.
La operación rondó los once millones de dólares y fue la base de la empresa Alba Alimentos de Nicaragua (Albalinisa), la que actualmente mantiene el monopolio de las exportaciones de productos nicaragüenses hacia Venezuela.
“Esta empresa incumple todas las leyes y no se preocupa porque están amparados por el poder. El mismo Jairo Acevedo (gerente de Operaciones de El Goliat) nos ha dicho que no les importan nuestros reclamos, que vayamos a quejarnos donde queramos, que no le importa. Que él paga las liquidaciones cuando él quiera”, dijo por su parte Marvin Acosta, un guardia de seguridad despedido.
“Lo que pasa es que es una empresa que se burla de las leyes porque están bajo el amparo del poder. Porque el verdadero dueño de esa empresa es Rafael Ortega y los que aparecen como los socios son testaferros. Pero eso no les da derecho a tenernos sin poder darles de comer a nuestros hijos”, agregó Douglas Fonseca, otro de los reclamantes.
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Nunca más se pudo establecer un nexo entre la familia presidencial y el canal de televisión. Hasta ahora.
Sin embargo, fue evidente la fuerte inversión que se inyectó al canal y el cambio de perfil noticioso del medio de comunicación, que se volcó al oficialismo; aunque siempre se negó que la familia Ortega-Murillo fuese la propietaria del medio.
RESOLUCIÓN DE TELCOR CONFIRMA
El Instituto de Telecomunicaciones y Correos (Telcor) emitió recientemente la resolución administrativa 254-2010, en la cual le autoriza a Mojica Mejía, en su carácter de apoderado generalísimo de Televisora Nicaragüense S.A., la renovación de la licencia para que continúe operando en FM.
Televisora Nicaragüense S.A. es la propietaria de Canal 8 y Radio Uno, que actualmente opera con el nombre comercial de Radio Clásica.
NO SE HAN MOLESTADO EN REGISTRARLO
Televisora Nicaragüense S.A. no ha sufrido cambios en su sociedad en el Registro Público y Mercantil de Managua. Registrada en el tomo 14,096-B1, Folio 670-B1, páginas 46-64 del Libro de Sociedades, Televisora Nicaragüense S.A. mantiene como socios a Carlos Augusto Briceño Lovo, Desirée Montealegre Lacayo de Briceño y Jorge Isacc Montealegre Montealegre. Pero ellos ya no son los socios reales.
La familia presidencial no ha explicado de dónde salieron los fondos para adquirir estos nuevos bienes. Fuentes vinculadas al Gobierno mencionaron que el dinero para la compra de Canal 8 proviene de los recursos canalizados por Albanisa.
Siendo así, entonces es claro que el presidente Ortega adquirió un bien privado para su familia usando dinero de un acuerdo firmado de Estado a Estado con Venezuela, pero que es manejado fuera de los controles fiscalizadores de los recursos públicos.
¿QUIÉN ES MOJICA MEJÍA?
José Mojica Mejía es un ex miembro de la Dirección General de Seguridad del Estado, que en los años ochenta era dirigida por el coronel Lenín Cerna. Estuvo a cargo de la destrucción de la fuente luminosa que estaba ubicada en la Plaza de la Revolución y agredió a un fotógrafo de LA PRENSA.
Mojica es uno de los empleados de mayor confianza del presidente Ortega y su nombre aparece en todos los negocios a los que está vinculado Ortega.
Una serie de investigaciones periodísticas hechas por el periodista Octavio Enríquez, de LA PRENSA, revelaron el maletín de empresas que ha forjado Mojica Mejía desde que asumió el poder su jefe, el presidente Ortega. Mojica Mejía nunca ha querido atender una solicitud de entrevista de este Diario para darnos su versión sobre las publicaciones realizadas.
Esta ocasión no fue la excepción. LA PRENSA lo buscó en sus oficinas de Syditek y Sydicom, pero nos dijeron que no se encontraba.
Sus mayores ingresos provienen de los contratos con varios entes gubernamentales y la Alcaldía de Managua para su empresa de vigilancia El Goliat.
Pero Mojica Mejía también es copropietario de Telecomunicaciones de Nicaragua S.A., una empresa que tiene el 25 por ciento de las acciones de Telefónica Yota, un consorcio ruso-nicaragüense que está incursionando con fuerza en el mercado del internet.
Mojica Mejía también es socio y rector de la Universidad de Tecnología y Comercio (Unitec). Asimismo, es socio de Syditek y Sydicom, dos empresas proveedoras de servicios tecnológicos.
Mientras José Jorge Mojica Mejía fortalece sus lazos con la familia presidencial, ex empleados suyos lo acusan de aprovechar sus conexiones con el poder para incumplir las leyes laborales del país.
DENUNCIAN A EL GOLIAT
A la Redacción de LA PRENSA se presentaron 15 ex guardias de seguridad que laboraban para la empresa de vigilancia El Goliat, denunciando que, pese a ser despedidos o renunciar a sus puestos de trabajo desde hace varias semanas, la empresa aún no les paga las prestaciones laborales a que por ley tienen derecho.
“Somos casi 90 empleados, todos ex guardias de seguridad, los que estamos en esta situación. Algunos tienen hasta cinco meses de estar esperando que les paguen sus liquidaciones a las que tienen derecho”, dijo Douglas Fonseca.
Los denunciantes dijeron que en la empresa de vigilancia les rebajaron su salario en casi un 50 por ciento y por eso muchos han renunciado, pero se encuentran ahora con el problema de que no les quieren pagar sus liquidaciones a como estipulan las leyes laborales.
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