Barcelona, España/ EFE
Otra goleada, esta vez ante el Atlético de Madrid (3-0) y con un triplete de Leo Messi, para irse a dormir con diez puntos de diferencia en la Liga.
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Partido a partido, el Barcelona supera sus registros y ayer batió el récord de victorias consecutivas en la Liga. Ya son dieciséis de forma seguida.
Atrás han quedado los quince triunfos consecutivos del Real Madrid de la temporada 1960-61, el de Alfredo di Stéfano. Por delante, el ansia de un equipo de seguir haciendo historia con Messi de referente.
La soberbia actuación de Messi volvió a ser determinante. El argentino ha vuelto a alumbrar el juego del Barsa. Ayer firmó tres goles, acumula 24 en 22 partidos de Liga y está dispuesto a pulverizar todos los registros.
Armado con la fortaleza de Xavi e Iniesta en la medular, blindado con la velocidad y la colocación de Abidal y de Piqué atrás, pero, sobre todo, con el soberbio juego de Dani Alves y de Leo Messi, el Barsa funciona como un reloj de precisión.
Después del 2-0, aún en la primera mitad, los colchoneros tuvieron más profundidad con Filipe Luis como carrilero por la izquierda, pero para entonces ya era demasiado tarde.
Leo Messi había vuelto a marcar las diferencias. Anotó dos tantos y tuvo otras dos ocasiones más para anotar en los primeros 45 minutos y eso que La Pulga selecciona sus apariciones, puede parecer que no está, pero nunca falla.
En los primeros minutos, David Villa fue el que tuvo más cerca el gol en dos acciones frente a la meta de De Gea (m.7 y m.10), pero fue Messi el que no falló y se fue con tres tantos.
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