Para cuando termine esta década las temperaturas se elevarán entre 0.4 y 1.8 grados Celsius, las lluvias disminuirán en un 15 por ciento y el nivel del mar se seguirá elevando hasta superar el medio metro quizá antes de 2100.
Todo esto ocurrirá en el Golfo de Fonseca. Por esta razón, Nicaragua, Honduras y El Salvador iniciaron esta semana un proyecto que hará que casi un millón de personas aprendan a enfrentar los impactos del cambio climático.
El Golfo de Fonseca es una de las zonas costeras con mayor potencial económico de los tres países.
Sólo El Salvador ha invertido más de 300 millones de dólares, Nicaragua lo tiene reservado como un potencial turístico y Honduras le apuesta alto, porque es su única conexión con el océano Pacífico.
A pesar de esto, la zona no está del todo preparada para enfrentar un fenómeno denominado como el mayor reto en la historia de la humanidad.
Todos los efectos de este fenómeno afectarán de forma directa a los tres países, dos de los cuales, como son Nicaragua y Honduras, están permanentemente en la lista de los cinco más afectados por el calentamiento global.
El proyecto Fortalecimiento de las Capacidades Locales para la Adaptación al Cambio Climático en el Golfo de Fonseca beneficiará a 800 mil personas en 19 municipios de los tres países, capacitará a 300 funcionarios públicos y a representantes de 60 empresas y 150 instituciones.
La ejecución durará tres años. Será financiado con casi dos millones de dólares por la Unión Europea.
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