MÉXICO/AP
La imagen es algo borrosa, pero no lo suficiente como para opacar al astro que plasma: Ronaldo roba el balón en la mediacancha y, casi de inmediato, elude a un jugador que ni siquiera agarrándolo por la camiseta puede detener su marcha.
Cuatro futbolistas del Compostela intentan frenarlo. Todos terminan como actores de reparto para la obra maestra que pinta el delantero del Barcelona, que culmina con uno de los más fantásticos goles jamás vistos.
Lo ganó todo. Dos mundiales — aunque en el de 1994 no vio ni un minuto en la cancha. Dos Copas Américas. Ligas nacionales y copas domésticas.
En tres ocasiones fue elegido por la FIFA como el mejor futbolista del planeta.
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Más que cualquiera de sus cientos de dianas, ese tanto, el 12 de octubre de 1996 en el estadio San Lázaro, encapsula la esencia de Ronaldo Luis Nazario de Lima. Potencia, elegancia, habilidad, rapidez, olfato goleador. Magia.
Todo un Fenómeno.
Quizás algunos no recuerden a ese Ronaldo, el que irrumpió en el futbol europeo a los 17 años con el PSV y deslumbró con el Barcelona, el Inter y el Real Madrid.
Tal vez la recta final —repleta de lesiones que lo llevaron al retiro el lunes a sus 34 años, y en los que su gordura se convirtió en el chiste de moda— hagan olvidar a un genio que deber ser mencionado en la misma oración que los Pelé, los Maradona y los Cruyff.
“No estamos hablando de cualquier jugador, estamos hablando de uno de los mejores en la historia del futbol, uno de los cinco mejores“, señaló el ex timonel de la selección brasileña, Carlos Alberto Parreira.
A veces es difícil explicar el futbol con números. Se trata de un deporte en el que el cómo es casi tan importante como el cuánto. En el caso de Ronaldo, hizo muchos goles. Más importante aún, hizo muchos goles espectaculares.
De todas formas, cabe mencionar algunas cifras. Ronaldo es el máximo artillero en la historia de los mundiales con 15 goles. Estuvo en cuatro mundiales (1994, 1998, 2002, 2006) y ganó dos (1994, 2002). Sus 62 dianas con la selección brasileña son la segunda mayor cantidad en la historia de la “Verdeamarela“, sólo superada por Pelé.
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