ROMA/ EFE
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, será juzgado de manera inmediata (sin necesidad de audiencia preliminar) por supuesta incitación a la prostitución de menores y concusión (abuso de poder) por el llamado caso Ruby, la joven de origen marroquí que acudió a las fiestas del mandatario cuando era menor de edad.
La juez para las investigaciones preliminares Cristina Di Censo dispuso ayer el “juicio inmediato” para Berlusconi, de 74 años, a partir del próximo 6 de abril ante la Corte milanesa, en la que además tiene pendientes dos juicios y una audiencia preliminar.
El jefe del Gobierno italiano será juzgado por un tribunal compuesto únicamente por magistradas: Giulia Turri, Carmen Delia y Orsola De Cristoforo.
Di Censo, en contra de los argumentos esgrimidos por la defensa de Berlusconi, declaró competente a la Fiscalía de Milán en su investigación del mandatario, llevada a cabo en base a numerosas escuchas telefónicas que se han ido filtrando poco a poco a los medios, causando un gran revuelo.
La juez precisó que Berlusconi cometió el delito de concusión abusando del cargo y no de la función de primer ministro, con lo que confirmó la competencia de la Fiscalía milanesa en la investigación.
La acusación de concusión se centra en la llamada telefónica de Berlusconi en la noche del 27 de mayo de 2010 a una comisaría de Milán para exigir supuestamente que dejaran en libertad a Ruby (detenida por un robo) y se la entregaran a la consejera de Lombardía Nicole Minetti, alegando que era la sobrina del entonces presidente egipcio, Hosni Mubarak.
La acusación de incitación a la prostitución de menores se centra en la presencia misma de la joven en varias ocasiones en la mansión de Berlusconi de Arcore (próxima a Milán) cuando era menor de edad, en las que la Fiscalía cree que hubo encuentros sexuales con el mandatario.
La juez Di Censo indica al Ministerio de Interior italiano y a la propia Ruby como partes damnificadas, respectivamente, por el supuesto abuso de poder y la prostitución de menores cometidos por Berlusconi.
El abogado de Berlusconi, Piero Longo, aseguró que no se esperaban “nada distinto” a la decisión de la juez Di Censo y afirmó, en referencia a las magistradas que juzgarán a Berlusconi, que “las señoras son bienvenidas y alguna vez agradables”.
Los principales partidos de la oposición de centroizquierda exigieron ayer a Berlusconi que acuda a los tribunales y que lo haga como ciudadano común tras dimitir, no como primer ministro.
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