WASHINGTON/AFP
El presidente estadounidense Barack Obama advirtió ayer a sus aliados del mundo árabe del riesgo de una revolución como la egipcia si frenaban las aspiraciones democráticas de sus pueblos, y dijo que esperaba que los iraníes siguieran desafiando a sus dirigentes.
“El mensaje que le hemos enviado tanto a nuestros amigos como a nuestros enemigos, antes incluso de las manifestaciones en Egipto, fue que el mundo cambia”, declaró Obama, en su primera intervención, tras la caída del presidente Hosni Mubarak.
“Hay en Medio Oriente una generación joven dinámica que busca aprovechar su oportunidad. Y cuando se gobierna uno de esos países, hay que estar a la vanguardia del cambio; no se puede estar a la cola”, agregó.
Mubarak, aliado de Estados Unidos desde hacía treinta años, fue obligado a dimitir por las manifestaciones callejeras menos de un mes después de la caída de otro dirigente árabe, el tunecino Ben Alí.
Desde la renuncia el viernes de Mubarak, hubo manifestaciones en otros países de la región: Argelia, Yemen, Bahrein.
En Irán, miles de personas manifestaron en pequeños grupos, el lunes en el centro de Teherán, convocados por líderes opositores, entre ellos el ex primer ministro Mir Hossein Musavi, pese a la prohibición de las autoridades.
Obama dijo que era “irónico” que los dirigentes iraníes “hacen como que celebran lo que sucede en Egipto mientras hacen exactamente lo contrario de lo que sucede en Egipto al reprimir a las personas que intentan expresarse pacíficamente”.
“Espero que el pueblo de Irán continúe teniendo el coraje de expresar sus deseos de libertad y de un gobierno representativo”, dijo el presidente estadounidense.
Ayer, el presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, advirtió que los “enemigos” que planearon las protestas antigubernamentales en Teherán fracasarán en sus objetivos.
A propósito de la situación en Egipto tras la partida de Mubarak, Obama estimó que hay señales “positivas”, a pesar de que “aún queda mucho trabajo por hacer”. “Egipto necesitará ayuda para construir las instituciones democráticas y fortalecer la economía, afectada por lo que sucedió”, agregó.
“El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas está al mando y reafirmó que se respetarán los tratados internacionales”, se felicitó el Presidente estadounidense.
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