Hace tres años fue construida en la zona ocho del municipio de Ciudad Sandino la Casa del Adulto Mayor con fondos de una empresa norteamericana, lo cual llenó de satisfacción a más de 200 personas de la tercera edad que se reúnen cada lunes y miércoles en ese local.
Sin embargo, tres años después la falta de un muro perimetral se ha convertido en la angustia de los ancianos que temen por su seguridad, ya que la nueva infraestructura representa “el blanco” de la delincuencia, por eso, según don Oswaldo Baca, presidente de la junta directiva, no pueden utilizar los alrededores de la propiedad.
Don Oswaldo dice que el propósito de la construcción es que ésta “sea para el adulto mayor y no para ningún partido político ni religión”, sino un espacio de reunión para recrearse y además puedan recibir atención integral “tanto a jubilados y no pensionados”.
Para el funcionamiento de la casa club, según la directora del centro Gilma Moreno, existe un convenio entre la Alcaldía de Ciudad Sandino con la delegación del Ministerio de la Familia. La primera cubre los gastos de servicios básicos, garantiza la seguridad y realiza el mantenimiento logístico.
Mientras tanto, el Ministerio de la Familia coordina “los proyectos sociales con diferentes Organismos No Gubernamentales que proporcionan atención en salud, recreación y terapias ocupacionales a nuestros miembros”, aseguró la directora del centro.
“Aquí se realizan manualidades y hemos recibido ayuda del Instituto Nacional de Tecnología (Inatec) a través de capacitaciones donde nos regalan material didáctico para elaboración de piñatas, adornos, entre otras cosas, que son una especie de recaudar fondos que hagan autosostenibles nuestras actividades”, explicó.
Además dijo que reciben un presupuesto de siete mil córdobas mensuales del Ministerio de la Familia “que no son suficientes para los gastos de alimentación en las reuniones”, recalcó.
FALTAN MUROS
Sin embargo para don Oswaldo Baca, las necesidades van más allá. “En ese tipo de actividades se involucran más las mujeres. Los hombres necesitamos trabajar en cultivos. Tenemos media manzana de terreno disponible pero no podemos trabajarla porque no tenemos muros de protección y se nos meten a robar fácilmente”, lamentó.
En términos similares se refirió la directora del centro quien resaltó la necesidad de una muralla perimetral y la colocación de verjas de seguridad en las ventanas del centro que sólo cuentan con persianas de vidrio.
“Tenemos necesidades urgentes como un lavandero para lavar los utensilios de cocina y un equipo de sonido para animar las actividades”, agregó.
Pese a las limitaciones de la Casa del Adulto Mayor, los miembros consultados expresaron satisfacción por ésta y aseguran “que personas de buen corazón podrán ayudarles a mejorar” lo que para ellos es su segundo hogar, en vista que las autoridades municipales no han dado respuesta a esta demanda.
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