Pobladores de las comunidades de Jocote Dulce y Las Viudas, en Managua, denunciaron una serie de anomalías que ocurren con los cobros del servicio de agua que recién restableció la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal).
Los pobladores manifestaron que personas que se identifican como empleadas de la empresa aguadora andan cobrando casa por casa. Señalan que el dinero que se debe pagar es la tarifa que se estaría cobrando de forma fija, sin presentar recibo, ni otro comprobante que haga saber que es Enacal a quien se le paga por ese consumo.
Asimismo, manifestaron que estos mismos cobradores manipulan las válvulas de la red de tubería y deciden a qué zona se le proporciona agua.
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Marvin Iván Alcántara, habitante de Jocote Dulce, explicó que se trata de un señor que conduce una moto el que hace tales cobros.
“Estuvo pasando un señor en una moto haciendo los cobros que a nosotros nos parecieron ilegales, porque no presenta ningún recibo, ni facturas de Enacal y simplemente dice que es parte de la tarifa que hay que pagarle a la empresa. Además anda manipulando las válvulas, las que cierra cuando él quiere, cortándonos el agua”, añadió.
Alcántara no pudo proporcionar el nombre de la persona que hace estos cobros, pero dijo que opera en la zona de Jocote Dulce, Los Ladinos y Las Viudas.
“Después de dos semanas que estuvimos sin agua, el servicio mejoró, pero están ocurriendo estas cosas que no son serias. Nosotros estamos de acuerdo en pagar un mínimo, pero nos tienen que traer recibo”, indicó.
INSTALAN TUBERÍA
Enacal informó que recientemente finalizó trabajos para acoplar e instalar unos 420 metros lineales de tubería de dos pulgadas para distribuir agua potable, beneficiando a unas mil 200 personas de estas comunidades.
La empresa indicó que anteriormente estas comunidades ubicadas a unos 250 metros sobre el nivel del mar recibían agua de un sistema de distribución ubicado en la Universidad Autónoma de Nicaragua (UNAN), pero tenían problemas de presión y el suministro era débil.
Socorro Jiménez, de la comunidad de Las Viudas, manifestó que el servicio de agua todavía está llegando de forma interrumpida.
Jiménez dijo que últimamente han tenido agua tres de los siete días de la semana. “La situación ha mejorado, ya que el año pasado teníamos que ir a otros lugares, cerca de la Pista Suburbana donde se compraba o nos la regalaban el agua. Por cada barril lleno pagábamos entre 20 y 30 córdobas”, destacó.
Teresa Hernández, también vive en la zona de Las Viudas y afirmó que el agua llega de forma intermitente.
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