Los trabajadores de la clínica materno infantil Roberto Clemente, al sureste de Managua, suspendieron ayer la protesta que arrancó el lunes por el “injustificado” despido de uno de sus compañeros de labores.
Los trabajadores desmontaron la protesta porque no podían desatender a los padres que llegan a esa clínica con sus hijos “tiernos” en busca de atención médica.
En esa unidad de salud se atienden a diario más de 250 personas, la mayoría de éstos niños y mujeres embarazadas.
El malestar que todavía se mantiene entre los manifestantes surgió a raíz de que uno de sus compañeros fue despedido del centro hace un mes.
Un trabajador que solicitó el anonimato, en los primeros días del año, dijo que la doctora Maritza Cuan, directora del Sistema Local de Atención Integral en Salud (Silais), llegó a la clínica para informarles que los fusionarían con el centro de salud Francisco Buitrago, ubicado también al sureste de Managua.
Según el trabajador, la doctora Cuan les aseguró que no habrían despidos y días después lo hicieron con el compañero. Por ello temen que los despidos sigan cuando ocurra la fusión con el Buitrago.
Según el trabajo, ayer se reunieron con Cuan pero no hubo acuerdo. No obstante, anunciaron que su protesta no acabó ahí, sino que fueron al Ministerio del Trabajo (Mitrab), adonde solicitaron un seguimiento al caso para que el administrador identificado como Roberto Martínez sea reintegrado a sus labores.
Algunos trabajadores consultados adelantaron que no permitirán que su clínica materno infantil sea convertida en un centro de salud como pretende el Minsa, por tanto se avecina una nueva protesta.
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