Pasado y futuro
“Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado”.
Friedrich Nietzsche (1844-1900), filósofo alemán.
La historia se repite
La agitada y confusa situación política actual está siendo sometida a diversos análisis con diferentes conclusiones que siempre responden obedientes al signo ideológico que se profese, ya sea liberal, conservador, renovador sandinista, socialista-cristiano-solidario, etc. Algunos intelectuales son coincidentes al manifestar que este tipo de suceso tiene su inicio desde nuestra independencia y después de casi dos siglos en que han desfilado distintos gobiernos donde surgieron acontecimientos que han tenido réplicas que desgraciadamente sólo han causado dolor, muerte, y un atraso económico contradictorio con la riqueza de este país, entre otras cosas.
Siendo que la historia es depositaria de sucesos ocurridos, según lo anterior, tendríamos que considerar entonces que nuestra historia es repetitiva y cada vez más compulsiva de acuerdo con lo referido por el escritor Francisco Bautista Lara. Nos hemos anclado en el tiempo, o hemos venido arrastrando lo peor de nuestra historia hasta el presente.
Si bien es cierto que los seres humanos estamos sujetos a cometer errores, estos han de transformarse en lecciones que deben ir forjando el temple de gobernantes y gobernados en aras de progreso y del bienestar común. Sin embargo, para el logro de estos objetivos no pueden tener cabida, la deshonestidad, la apatía, el yoquepierdismo y un ausente espíritu de civismo, por señalar algunos antivalores.
La reincidencia continua de los mismos errores ya sea de forma individual o colectiva con sus funestas consecuencias que no hayan podido ser superadas, bien podría considerarse un problema serio de salud pública a estas alturas del desenvolvimiento político de nuestra nación.
Hay un factor común que ha estado presente por lo general en el lapso transcurrido, independientemente del gobierno e ideología que hayan tenido y tengan los actuales administradores de los bienes del Estado, y se trata de la “corrupción” que como enfermiza epidemia llegan a padecer nuestros gobernantes como producto del disfrute del poder, según señalaba don Migdonio Blandón.
Y lo anterior es porque llegar al poder es considerado por una minoría como sacarse la lotería semanalmente, o creer que el Estado es un baúl lleno de oro al que hay que robarle lo más que se pueda, o un botín para ser saqueado con saña. Mientras persista esta forma nefasta de pensar estaremos condenados a la violencia recurrente, a una decadente moral colectiva, y a un continuo deterioro social y económico. Sería absurdo creer que tal vez la única forma de erradicar este pensamiento, según hemos manifestado en otra ocasión, sería practicarse una transfusión total de sangre acompañada de un trasplante de cerebro, o bien reinventarnos en el siglo XXI, según se refería en un artículo la licenciada Cristiana Chamorro B.
Miguel Altamirano
Salvador de María
No puedo decir que conozco todas las canciones que compuso Salvador Cardenal pero sin duda “María” es una oración en la que hace resaltar el amor que siente por la Madre de Dios. María, la que está presente en medio de la soledad que cada ser humano experimenta, la que nos tiende su mano e intercede por nosotros en medio de la prueba, la que le dice a su Hijo que nos falta el vino, que nos cansamos, que se nos va la alegría, que somos débiles y no podemos seguir si no es con su ayuda.
Refleja también el lado humano de la Madre, que con su ternura demuestra cuánto quiere a su Hijo y aunque el Hijo lo sabe, Salvador elogia a la Madre diciéndole al Hijo: “ cuánto te quería María, Jesús”. Esta canción con una letra tan sencilla es sin duda una composición que hace reflexionar porque fue escrita con el alma, hace que uno quiera querer más a María.
No se podría negar nunca el inmenso amor de Salvador hacia la Madre Celestial y seguramente hoy, que está gozando en la presencia gloriosa de Dios, está cumpliendo la petición que hizo en su canción: “María, méceme”.
Agnes Georgina Osorio Picado
Vicepresidente ofensivo
El señor Jaime Morales Carazo, vicepresidente de la República, quien se precia de ser un intelectual dentro de la clase política, al ser cuestionado por los medios de comunicación, se refirió de forma ofensiva a la fórmula presidencial de la Unidad Nicaragüense por la Esperanza (UNE), don Fabio Gadea Mantilla y Edmundo Jarquín, llamándolos la fórmula del viejo y el feo.
Atrás quedaron los tiempos en los cuales el señor Morales Carazo era reconocido como un ideólogo del liberalismo y asesor presidencial en el gobierno de su ahijado, Arnoldo Alemán. Ahora, aunque su cargo es superior, su ética política personal ha descendido a niveles muy bajos. Esa forma como se refirió a la fórmula de UNE deja mucho que desear de una persona que ocupa la segunda investidura política de nuestra nación.
En realidad, no podemos esperar mucho de una persona que junto al obispo Miguel Obando Bravo, el expescadito Agustín Jarquín Anaya y el comandante Kalimán del Partido Resistencia Nicaragüense (PRN) encabezan una gama de tránsfugas políticos y traidores de la democracia, que en el lustro reciente han vendido sus principios e ideales al FSLN; son la máxima expresión del relativismo moral y la degradación ética que se ha impuesto en Nicaragua.
En mi ciudad, Masaya, algunos familiares y exfuncionarios de confianza de Enrique Bolaños ahora ocupan cargos en el gobierno de Daniel Ortega y obviamente han aceptado el carné de militantes del FSLN en aras de mantener sus posiciones, como que si no tuvieran la capacidad de ganarse la vida dignamente y ejercer de forma independiente sus profesiones. El FSLN utiliza a estos tránsfugas políticos para promover la falsedad de que este es un gobierno de unidad y reconciliación nacional.
La actual embajadora de Nicaragua en Argentina, licenciada Fabiola Masís, quien fuera asesora legal de la presidencia de Bolaños, llegó a ese cargo por su actividad como política antisandinista, presidenta del grupo ¨los amigos de Bolaños¨ en Masaya en el año 2001, ahora es nueva miembro del FSLN. Ahora son cómplices de Ortega en su reelección inconstitucional y del proceso de destrucción de la institucionalidad democrática.
El ofensivo vicepresidente Morales Carazo, en sus tiempos de asesor presidencial Alemán se refería a este como “Arnoldito”, en un afán de servilismo; unos años después cuando Alemán estaba siendo perseguido por la cacería de brujas, Morales Carazo decía: ahora se siente el olor del chancho que están friendo, refiriéndose a los juicios que estaban abriendo en contra de su ahijado y que lo llevaron a la cárcel. En su proceso de degradación el vicepresidente se ha convertido en turba de saco y corbata.
Chéster Membreño
Iberia y Woody Allen
Hace unos días mi marido y yo realizamos un vuelo transoceánico con la compañía
Iberia. Como siempre, el personal fue atento y competente. Durante el viaje nos obsequiaron una película de Woody Allen, ensamblada con tramas en las que los personajes cometían adulterio, o eran practicantes del espiritismo, mientras que un anciano Anthony Hopkins convivía sin reparos con una prostituta. Delante de los ojos de los niños de todas las edades, menos atónitos que los míos, desfilaban escenas inapropiadas sin que nadie protestara. Nadie menos yo.
Es necesario que la infancia no sea el blanco del descuido del mundo adulto, infancia que cree y piensa de distinto modo y encaja mal las expresiones sexuales sin haber madurado aún, desprotegida frente a ellas, creándole fantasmas e incitándoles a la práctica sexual precoz.
Es preferible que, si no se proyectan películas familiares, nos dejen a nosotros y a nuestros hijos a solas con el blanco y el azul más allá de las ventanillas a los que no llega la malicia, o nos acerquen a otros parajes, ciudades y continentes excelentemente dibujados en infinitud de reportajes realizados por grandes expertos y que nos hacen admirar la grandeza de Dios y del hombre, sin turbar la inocencia de los pasajeros más pequeños.
Isabel Planas
Valencia, España
Ver en la versión impresa las páginas: 10 A
