CORRESPONSAL/MATAGALPA
La Iglesia católica podría iniciar un proceso en virtud del cual las hermanas Masiel del Carmen y Marcia del Socorro Hernández Flores sean declaradas Mártires y “con el tiempo” podrían ser canonizadas, confió el obispo de Granada, monseñor Jorge Solórzano Pérez.
Ellas fueron asesinadas a machetazos y cuchilladas el viernes 18 de marzo recién pasado cuando se dirigían hacia el Viacrucis de las 4:00 a. m. en la comunidad Las Mercedes, 20 kilómetros al suroeste de la ciudad de Matagalpa.
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Durante el sepelio, al día siguiente, las hermanas Masiel y Marcia, de 20 y 36 años, respectivamente, fueron llamadas “mártires de la Iglesia”, calificación que el jerarca católico advierte que debe ser declarada oficialmente por la Santa Sede.
“Me uno a la voz del pueblo, como obispo que las conocí, pero indudablemente (para declarar mártires a las hermanas Hernández) hay que hacer todo un proceso y no porque lo diga la gente o lo diga yo es que ya oficialmente son mártires, sin embargo para el pueblo eso es muy importante y yo que lo he visto también doy ese testimonio de que ellas han dado su vida por Cristo”, refirió monseñor Solórzano.
La Iglesia considera mártires a los cristianos que han confirmado con sufrimiento y muerte el testimonio de su fe.
Monseñor Solórzano, quien fungió como el octavo obispo de Matagalpa (2005-2010), insistió en que “indudablemente hay todo un proceso para que sean declaradas oficialmente mártires y también pueden llegar a la santidad un día esas muchachas, porque eran santas esas jóvenes y pueden llegar a ser santas un día si iniciamos el proceso”.
“Yo no dudo de eso, porque eran puras esas muchachas, yo las conocí y eran de una pureza increíble, yo tengo todos los escritos de Masiel y si los analizamos son escritos de un alma pura, entonces damos testimonio y yo creo que se puede perfectamente iniciar un proceso para que se puedan dar esos pasos y llegar a ser mártires, héroes, a ser beatificadas y santificadas en un proceso que se haga en la Iglesia con el tiempo”, agregó el jerarca católico.
El amor a Cristo, según el obispo, las hermanas Hernández lo demostraron siempre y “no sólo es que iban un viernes de Cuaresma, porque ellas desde pequeñitas y por años eran constantes, todos los días iban a evangelizar y a misionar, era una constancia y perseverancia en anunciar la Palabra de Dios, es decir, ellas fueron gastando su vida de jóvenes a favor de la evangelización y a favor de la Palabra”.
Para el obispo Solórzano la muerte de las hermanas Hernández “perfectamente podemos unirla a la Pasión de Cristo”.
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