Por Elizabeth Romero
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Una investigación realizada por un equipo de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), determinó que el autor del disparo que segó la vida de José Gabriel Garmendia, “Yahob”, fue Apolinar Hernández, quien mantenía rencillas con el dueño de la finca El Diamante, José Luis Dávila, para quien trabajaba la víctima desde diciembre pasado.
“Yajob” fue asesinado el pasado 14 de febrero en Santa Teresa de kilambé, Jinotega y la Policía determinó que el arma utilizada fue una carabina M1, calibre 30, serie 46955. Hernández fue capturado y el expediente del caso será remitido hoy al Ministerio Público, anunció la jefa de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), comisionada mayor Glenda Zavala, que hizo un recuento de las actividades que realizó esa institución en ese caso. “Yajob”, que se había declarado alzado en armas contra el gobierno de Daniel Ortega.
Zavala manifestó que la vendetta entre Hernández y Dávila estaba relacionada con la muerte de un hijo del primero en el que Dávila se vio involucrado. Existía el antecedente de dos atentados ejecutados contra Dávila, explicó la funcionaria policial.
Según Zavala, hicieron pruebas de descarte a personas que se encontraban en el lugar y tomaron en cuenta los informes de las investigaciones que realizaron el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) y la Asociación Nicaragüense ProDerechos Humanos (ANPDH).
El doctor Walter Cuadra, del Instituto de Medicina Legal (IML), indicó que tras la exhumación del cuerpo y posterior autopsia a solicitud de una judicial de Estelí, determinaron que el cuerpo presentaba una sola herida de arma de fuego en el el tercio superior del muslo izquierdo.
El proyectil que fue extraído fue entregado a la Policía para que el Laboratorio Central de Criminalística realizara las investigaciones pertinentes, dijo Cuadra.
El IML concluyó que Garmendia falleció por una hemorragia interna de las estructuras pélvicas y el muslo debido a una fractura del fémur y fracturas múltiples de la pelvis, tras el impacto del proyectil. El forense estimó que el cañón del arma que fue disparada estaba amás de 60 centímetros de distancia.
El jefe del Laboratorio Central de Criminalística, comisionado mayor Guillermo Saballos, indicó que al hacer la prueba determinaron que la carabina había sido disparado y coincide con el proyectil extraído de los restos de Garmendia.