Por Wilder Pérez Roque
Primero cayó granizo, después tembló dos veces. Eso fue suficiente para poner nerviosa a una parte de los 1.3 millones de habitantes de Managua, que fueron sorprendidos por dos fenómenos que casi nunca se presentan de forma casi simultánea.
La sorpresa se dio por partida doble. Primero, porque la época seca del año estaba en su momento más fuerte, con los termómetros superando con facilidad los 30 grados centígrados y solo lluvias ligeras casuales; nadie esperaba que lloviera, y menos hielo, algo extraño en una ciudad cuya temperatura promedio es de 31 grados Celsius.
Luego, los sismos. Aunque en la capital esto es común, el fantasma del terremoto de 1972 vuelve con ellos, especialmente si el epicentro está dentro y cerca de la ciudad.
- El general Mario Perezcassar, jefe de la Defensa Civil, informó que las lluvias se dieron casi en todo el país, pero que los temblores fueron sentidos solo en Managua y en El Crucero.
Ante esto, Perezcassar emitió algunas recomendaciones por los temblores.
Siempre uno debe contar con un plan para evacuar la casa y quién quedará a cargo de niños y ancianos, tener agua y alimentos de reserva, además de una lámpara y un radio de baterías.
Durante el sismo, mantener la calma, alejarse de ventanas y cosas guindadas, no usar escaleras ni ascensor, si maneja, parar y no bajarse.
Después del terremoto, revisar la casa, no enchufar aparatos eléctricos, reportar daños, colaborar con la comunidad, buscar un albergue y escuchar la radio.
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Los temblores se dieron media hora después de la lluvia de granizo. El primero fue a las 6:03 p. m. con magnitud de 2.8 Richter, con una profundidad de 2.1 kilómetros. El segundo, a las 6:07 p. m., tuvo una magnitud de 3.1 Richter, a la misma profundidad.
ENTRARON LAS LLUVIAS
Alejandro Rodríguez, director del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), explicó que el fenómeno se dio porque el calor intenso, especialmente en la capital, donde hubo 36 grados Celsius, produjo una fuerte evaporación, que a su vez creó una nube que subió y se enfrió “muy rápidamente”, de modo que cuando el agua se precipitó a tierra no tuvo tiempo de convertirse en líquido, sino que cayó congelada, en forma de pepitas de hielo de un centímetro de diámetro en promedio.
“Los vehículos sonaban mucho (al caer granizo), la gente estaba asustada, sonaba feo”, aseguró Modesto López, un vigilante cerca de la rotonda El Güegüense.
“Eran pedazos de hielo muy sólidos y ácidos”, aseguró Jaime Martínez, quien quiso comerse una bola de granizo. No era para menos. Al tratarse de las primeras lluvias, el agua cayó con todo el humo de las quemas para siembras. El granizo se reportó en casi toda Managua. Según el Ineter, las lluvias se normalizarán después del 21 de mayo.
LOS DAÑOS
La lluvia provocó afectaciones en el servicio eléctrico en diversas zonas del territorio nacional y en sistemas de distribución de agua potable de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal).
Jorge Katín, gerente de comunicación de Gas Natural, explicó que por efectos de las lluvias hubo fallas en la red de distribución de la empresa en la subestación Yalagüina, Santa Clara, Sébaco y varios barrios de Managua.
También se dañaron 29 sistemas de distribución del campo de pozos Managua I, II y valle Gothel de Enacal, ubicados en Ticuantepe, que salieron de operaciones.
Asimismo, varios usuarios reportaron ayer a LA PRENSA que la telefonía celular de Movistar y la red convencional de Claro estaban saturadas, pero ningún funcionario de dichas compañías pudo ser contactado para abordar el tema.
DESCARTAN ENJAMBRE
El Ineter descartó que haya un enjambre sísmico, a pesar de que reportaron siete temblores en el sur del lago de Managua.
Rodríguez mencionó que para hablar de un enjambre se necesitan unos 25 a 30 temblores. Prefirió referirse a esto como una “inestabilidad”. “Uno sabe que (un sismo) es premonitorio después de uno grande”, comentó Rodríguez.
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