Después de casi un mes de andar prófugos por el delito de robo frustrado seguido de homicidio, según fuentes ligadas a la Policía, ya fueron capturados los dos sujetos que privaron de la vida, el pasado lunes 18 de abril, a Larry Alonso Alvarado Guevara, de 18 años.
El joven se encontraba en compañía de su hermano Jaime Alvarado, contiguo al trabajo de su padre, en la empresa Nica Motores, ubicada a cuadra y media de su vivienda, en el barrio Santa Ana sur.
Los supuestos homicidas fueron capturados la tarde del jueves 28 de abril en el barrio Cristo del Rosario, cuando un grupo de jóvenes con armas hechizas salieron en defensa de Ronald Isabel Rosales, de 55 años, alias “Chavito”, disparando contra los oficiales que detuvieron al expendedor de droga.
Se conoció que los detenidos guardan prisión en la Dirección de Auxilio Judicial, donde están siendo investigados por los delitos de homicidio, obstrucción de funciones, robo con intimidación y venta de estupefacientes en dicho barrio.
Algunos testigos, los cuales pidieron la reserva de sus identidades, identificaron a los ladrones, porque a eso de las 5:30 de la tarde los motorizados habían dado vueltas por el barrio y se detuvieron frente a la casa del ahora fallecido, a quien lo vieron salir con la computadora que cargaba entre sus brazos.
“Nunca olvidaríamos a esos hombres que nos parecieron sospechosos, pero nunca imaginamos que hicieran algo así”, dijo uno de los testigos.
El arma de fuego usada por el homicida fue una pistola calibre 22. El disparo provocó una hemorragia interna a la víctima, que lo privó de la existencia antes de ser atendido en el hospital.
Los familiares de Larry Alonso manifestaron que cursaba el cuarto año de secundaria y que su vicio era “navegar” en internet y chatear.
Pidieron justicia por la vida de su ser querido, el que fue sepultado en Masatepe en medio de la consternación de sus amigos y personas que le tenían gran estima.
CÓMO FUE
El día de los acontecimientos, según el relato de los oficiales del Distrito Dos, ambos muchachos (la víctima y su hermano) estaban revisando sus correos en una computadora portátil que el ahora occiso sostenía entre sus piernas, cuando apareció un sujeto de identidad desconocida y le dijo al joven: “Dame la computadora”. Larry Alonso se negó a entregar el equipo, por lo que hubo un forcejeo con el delincuente, quien sacó su pistola y le disparó en el pecho.
Jaime Alvarado, hermano de la víctima, persiguió al delincuente al igual que su padre, quien comenzó a disparar al aire, pero cuando estaban cerca de atrapar al sujeto apareció un hombre moreno, recio, a bordo de una moto sin placa, quien intentó atropellarlos para que no agarraran al ladrón.
El ladrón aprovechó el momento para subir a un taxi gris que lo estaba esperando.
Supuestamente el vehículo fue estacionado debajo de un árbol.
También la motocicleta que hizo varias inspecciones por el lugar previamente.
Los pobladores se encuentran sumamente preocupados porque hace algunas semanas una jovencita resultó herida de bala cuando se resistió a que le robaran su bolso.
Ver en la versión impresa las páginas: 7 A