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Inés Izquierdo. LA PRENSA/ARCHIVO/U. MOLINA

Cuidado al usar la palabra orgullo

Varias personas me han preguntado mi opinión sobre el eslogan de un canal de televisión nacional que utiliza la palabra orgullo.

Varias personas me han preguntado mi opinión sobre el eslogan de un canal de televisión nacional que utiliza la palabra orgullo.

El pueblo nicaragüense, que tiene una raíz fuertemente religiosa, siempre ha visto la palabra orgullo asociada a cualidades negativas, por ser lo contrario de la humildad. Para la Iglesia católica, el orgullo (la soberbia) es uno de los siete pecados capitales.

Teresa de Ávila afirmaba que la “humildad es la verdad” porque permite al ser humano ver una dimensión más exacta de la realidad y reconocer los dones de Dios.

Algunos estudiosos del lenguaje afirman que ante la palabra orgullo no pueden afirmar que sea una virtud o un defecto, por eso se debe tener sumo cuidado al emplearla para no dejar la sensación de que en vez de sentirnos llenos de admiración y respeto, seamos unos pedantes altaneros.

Todo parece indicar que esta palabra llegó al castellano a través del catalán orgull, y su origen viene de mucho más atrás tal vez en el fráncico urgôli, del alto alemán urguol (notable).

Si nosotros acudimos al Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) podemos constatar que orgullo es arrogancia, vanidad o exceso de estimación propia, que muchas veces puede ser disimulable por nacer de causas nobles y virtuosas.

El orgullo puede ser relacionado con la soberbia, que viene de la palabra latina superbia. Para distinguir el fino margen entre el lado malo o el lado negativo del orgullo con el significado positivo hay que considerar el hecho de que ese sentimiento de sobrevalorar el Yo, sea a causa de obtener logros, méritos, hechos de reconocimiento positivo ante la sociedad.

La connotación positiva llega desde su origen latino, donde un acto orgulloso puede ser sinónimo de óptimo. Por eso el orgullo a veces lo ven como la estima apropiada que alguien tiene de sí mismo que proviene del afán moral de vivir en plena consistencia con valores.

Cuando decimos por ejemplo que somos la revista del orgullo pinolero, muchas personas pensarán que se trata de las personas altaneras, petulantes o altivas que hay en el país. Cuidado.

Recordemos que la diferencia entre orgullo y soberbia es algo más actual, ya que en el camino durante todos estos siglos el orgullo se quedó con algunas de las significaciones positivas, mientras la soberbia siguió atada con la connotación negativa.

Mejor pensemos bien cuando utilicemos el vocablo orgullo, no sea que al final produzcamos un efecto contrario al que queríamos lograr. Son los vericuetos del idioma.

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COMENTARIOS

  1. Ernesto J. Calvo
    Hace 13 años

    Le escupieron su cara y no dijo nada, lo bofetearon y no dijo nada, lo azotaron y no dijo nada, le coronaron de espinas y no dijo nada, lo hicieron cargar su madero hasta el Calvario y no dijo nada y lo crucuficarpn para salvación de todos nosotros, ese es el Rey de la Humildad…El Orgullo=Jactancia=Altanería=Soberbia=Vanidad, son las armas del vivo Diablo, no hay Orgullo bueno, si algún día te sientes Orgulloso de algo que sea sentirse Orgulloso de que DIOS Padre nos creó.

  2. Carlos
    Hace 13 años

    Sra. Inés, existe la palabara Virreina?

  3. Dr. Armando Parajón Buitrago.
    Hace 13 años

    Estimada Inés:

    Admirable la distinción conceptual y la profundidad gramatical que estableces con el significado de la palabra orgullo. Me parece que para interpretar el verdadero epírutu de su contenido gramatical, se hace necesario conocer y practicar principios elementales, adquiridos, mediante el nivel de educación del individuo y el acertado discernimiento de nuestro idioma para utilizar adecuadamente el vocablo en mención.

    Con regocijo, me sumo a las congratulaciones por tan noble l

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