Las tierras cultivables en Nicaragua podrían perder más de un tercio de su valor dentro de nueve años sino se cambian las prácticas de producción actuales, por efectos del cambio climático.
Esta es una de las conclusiones a las que llegó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en el estudio Nicaragua: Efectos del cambio climático sobre la agricultura, realizado en 2009, con proyecciones al año 2095.
Según el estudio, la escasa inversión en el sector agropecuario y el bajo nivel de desarrollo del capital humano, sumado a la vulnerabilidad ante amenazas como las inundaciones, sequías, huracanes e incendios forestales, incidirán en la depreciación.
“La combinación de precipitación acumulada y temperatura media anual para 2020, llevan a una disminución promedio en el valor contingente de la renta de la tierra de todos los municipios de 14.56 dólares”, dice el informe de la Cepal.
Según el estudio, el “decremento” o depreciación esperada es de poco más del 31 por ciento para dentro de nueve años.
NO LO VE LÓGICO
El presidente de la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (Unag) de Nicaragua, Álvaro Fiallos, se mostró incrédulo.
“Me suena ilógico eso de que van a bajar de precio las tierras porque siempre suben, esas cosas son especulaciones, hacen estudios para hacer algo y ponen especulaciones, pero una afirmación de ese tipo es difícil que se dé en la práctica”, comentó Fiallos.
José Antonio Milán, director de Centro de Investigación y Transferencia Tecnológica en Cambio Climático, dijo que “el estudio toma en cuenta que la agricultura y la ganadería extensivas son agresivas contra el suelo ya que provocan erosión e incendios agrícolas, eso, …hacen suponer que va a haber un deterioro importante del recurso suelo, esas son las proyecciones que ellos sacan”.
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