CORRESPONSAL / MIAMI, Florida
Denis Alguera, el partidario del presidente Daniel Ortega que agredió a una mujer en Miami el domingo, fue puesto en libertad bajo fianza ayer al mediodía y el caso será resuelto ante un juez en la Corte del Condado Miami Dade.
Lilliete Ríos, la agredida, recibió asistencia médica ayer lunes por sentir fuertes dolores en el rostro y la cabeza. Alguera le propinó un golpe en el pómulo izquierdo.
“No he logrado dormir, hoy fui al médico porque no sé si no pude dormir por estrés o por el dolor. El médico me recetó pastillas para el dolor, desinflamar, y (para) los nervios. También ordenó realizarme una radiografía en la parte afectada. Estoy procesando lo que me sucedió, solo recuerdo ver venir el golpe a mi cara y luego sentí dolor”, relató Ríos a LA PRENSA.
- El excanciller y hoy candidato a vicepresidente por el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Francisco Aguirre Sacasa, afirmó que la actuación del cónsul nicaragüense en Miami, Luis Martínez, es algo “nunca visto”.
Para Aguirre Sacasa, la hípica electorera de Omar Halleslevens en Miami fue un fiasco por la agresividad de los partidarios del FSLN dirigidos por el cónsul.
“Creo que fue una mala idea, que le salió el tiro por la culata al Frente Sandinista (FSLN) y que pudiera tener hasta repercusiones diplomáticas con los Estados Unidos”, indicó Aguirre.
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La víctima asegura que Alguera actuó con premeditación, porque desde hace tiempo ella y su esposo, Mauricio Guillén, presidente de la Asociación Hípica Nicaragüense Miami USA, estaban recibiendo acoso de parte de Alguera.
“Él (Alguera) fue miembro de nuestra asociación por poco tiempo, fue expulsado por conflictivo. Él llegó con una propuesta que enviaba el Consulado, de realizarle una hípica a (Omar) Halleslevens y la entrega de una placa de reconocimiento. Mi esposo le dijo que no debíamos de involucrarnos en asuntos políticos. Él (Alguera) le dijo que debíamos utilizar a los sandinistas y sacar beneficios, pero no se aceptó y desde entonces empezaron los problemas y los insultos que enviaba por correo electrónico”, denunció Ríos.
La agresión ocurrió cuando un grupo de nicaragüenses protestaba en Miami por la presencia del general en retiro Omar Halleslevens, candidato a vicepresidente de Nicaragua por el gobernante Frente Sandinista (FSLN).
Para Ríos, fue indignante que el Cónsul de Nicaragua en Miami, Luis Martínez, haya protegido al agresor, escondiéndolo para evitar que la Policía lo detuviera.
Alguera es vicepresidente de la corporación Defran Medical Associates Corp., una empresa que vende y renta implementos médicos. Sus oficinas están en la 8360 en la calle West Flagler, según documentos públicos del Departamento de Corporaciones del Estado de la Florida.
También posee un rancho en el sector de Homestead, desde el 2006, donde cría caballos.
MENSAJE LO DELATA
“Eres una borrachita barata, te dije que no te metieras conmigo porque ibas a perder y perdiste Me amenazaste y perdiste. Cuando quieras mándame a tu maridito, okay. Byeee”, ese es el mensaje de voz que Lilliete Ríos recibió en su celular a las 3:08 p.m. del domingo 12 de junio, cinco minutos después de recibir un golpe en el rostro que le propinó Denis Alguera, quien era parte del grupo de partidarios del FSLN que, dirigidos por el cónsul Martínez, agasajaban a Halleslevens en Miami.
El mensaje provino del teléfono móvil 786-231-4300, propiedad de Alguera.
Halleslevens, quien anda en campaña electoral, no cabalgó debido a la protesta en el Rancho El Desafío, de donde salió el desfile hípico en la tarde. Pero luego asistió a la fiesta que le organizó el Consulado nicaragüense en el Rancho Restaurante Pocho, a las 7:30 de la noche.
LAS ÓRDENES DEL CÓNSUL
Desde el sábado por la tarde, el Consulado hizo eventos partidistas en Miami a favor del FSLN. Primero en el parque Rubén Darío, donde colocaron banderas rojinegras y gritaron consignas. El domingo, en la hípica, el activista orteguista César Landeros gritaba: “¡Viva el Frente Sandinista!”, poco antes de que la Policía arrestara a Alguera.
Silvio Morraz, ciudadano nicaragüense residente en Miami, comentó que “el Consulado debe ser una institución para proteger a los connacionales y resolver trámites de documentación, pero este hombre (el cónsul Martínez) estaba incitando a los seguidores de su partido a la violencia. Escuché cuando les decía que sí (los manifestantes) tocan el rótulo, ‘agárrenlos a patadas’”.
Se refería a un rótulo colgado en la entrada del rancho, dando la bienvenida a Halleslevens.
Otra nicaragüense, Nora Caldera, dijo: “Aunque los nicas en el exterior no votamos, somos un pilar de la economía nicaragüense y aunque los sandinistas digan que la actividad no tenía fines políticos, sí se trata de una campaña electoral en Miami. Se quieren lavar la cara con la gente que reprimieron en los años ochenta”.
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