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Miles de feligreses de la Isla de Ometepe viajaron a Granada para la ordenación del sacerdote Oscar Danilo Cruz Rosales. LAPRENSA/L.VARGAS

Isleños desbordados por nuevo sacerdote

Sobre la Calle La Calzada en Granada, bajo una pertinaz llovizna, danzaron al son de los tambores centenares de feligreses originarios de la comunidad de Pul, municipio de Altagracia, en la Isla de Ometepe. La romería concluyó en la Catedral Inmaculada Concepción de María, donde fue ordenado sacerdote el joven Oscar Danilo Cruz Rosales, la mañana de ayer.

Por Lucía Vargas C./CORRESPONSAL/ GRANADA.- Sobre la Calle La Calzada en Granada, bajo una pertinaz llovizna, danzaron al son de los tambores centenares de feligreses originarios de la comunidad de Pul, municipio de Altagracia, en la Isla de Ometepe. La romería concluyó en la Catedral Inmaculada Concepción de María, donde fue ordenado sacerdote el joven Oscar Danilo Cruz Rosales, la mañana de ayer.

[doap_box title=”Orgulloso de ser campesino” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

Ordenado sacerdote ayer en la Catedral Inmaculada Concepción de María, de Granada, ante los ojos de miles de feligreses de la Isla de Ometepe, el joven Oscar Danilo Cruz Rosales, de 27 años, dijo sentirse muy emocionado.

“Pero sobre todo muy agradecido con Dios porque se ha fijado en mí, a pesar de lo débil, de lo frágil que soy, (…) ha puesto su confianza en mí, y hoy lo ha ratificado por manos de mi obispo monseñor Jorge Solórzano, dándome este ministerio tan bonito”, dijo.

Creció en una familia humilde que trabajaba la tierra. Aprendió a labrar la tierra y eso, dice, “creo que me ayudó a seguir este camino y a saber que la vida se forja a base de esfuerzos y no me da pena decir que soy un campesino porque Dios se fija en lo pequeño de la sociedad”, confesó.

El padre Oscar instó a los campesinos de su comunidad a que sigan labrando la tierra y produciendo los granos básicos que son tan necesarios para la vida y asegura que ahora le tocará labrar el corazón del ser humano, al que Dios hoy lo invita a conocer. Agradeció a su madre Casta Leonor Rosales por su sacrificio para criarlo, pues aseguró que fue padre y madre.

“Hoy regreso a mi comunidad Pul, a mi parroquia, porque mañana (hoy) a las 11:00 a.m. celebro mi primera misa en la comunidad, donde San Juan Bautista es el santo patrono. Esta primera misa la voy a ofrecer por toda la feligresía de Nicaragua. Dicen que Dios concede gracias especiales, y yo quiero ofrecer esta misa para que las elecciones de este año se lleven en paz, pero sobre todo con transparencia”, aseguró.

Por su parte la madre del padre Oscar, doña Casta Leonor Rosales, dijo sentirse emocionada al ver a su hijo convertido en un sacerdote.

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La sencillez de este pueblo de agricultores, artesanos y pescadores se manifestó a través de su tradicional danza El Zompopo, condimentada con el colorido de diferentes ramas y flores de árboles autóctonos de la zona, que los fieles alzaban sobre sus cabezas durante la procesión encabezada por su santo patrono San Diego de Alcalá.

Monseñor Jorge Solórzano, obispo de la Diócesis de Granada, recibió a la numerosa comitiva en el muelle de la ciudad colonial y acompaño la expresiva y alegre procesión hasta la Catedral.

“Hoy este pueblo de Altagracia está haciendo una fiesta aquí en nuestra catedral con su baile y con sus flores, y agradezco al alcalde Orlando Meza que ha venido acompañando a los fieles que han viajado en el barco de la Alcaldía”, dijo el obispo.

Monseñor Solórzano, quien celebró la eucaristía junto al clero de la Diócesis, dijo que el sacramento de la ordenación invita al sacerdote a realizar en comunión con Cristo su servicio.

El ahora Padre Oscar Danilo  Cruz Rosales recibió ayer el sacramento de la ordenación en la Catedral de Granada.  LAPRENSA/L.VARGAS

Además, dijo que ser sacerdote no es para subir, ni para intentar llegar muy alto o conseguir un puesto mediante la Iglesia, servirse y no servir. “Se entra en el sacerdocio a través de la entrega a Cristo para que Él disponga de mí, para que yo lo sirva y siga su llamado”, dijo, tras recalcar que el verdadero pastor debe acompañar a la comunidad y estar abierto a sus necesidades y conocer a sus ovejas, pero sobre todo trabajar por la unidad de las ovejas aunque no sean del mismo redil.

MILES DE FIELES

Más de mil personas coparon el templo por casi dos horas hasta que culminó la ceremonia religiosa, en la que el nuevo pastor comenzó una vida transformada junto a Cristo para guiar a su rebaño.

Eduardo Ortiz Mena, líder de la comunidad de Pul, de donde es originario el nuevo cura, dijo que salieron del Puerto de Gracia a las 6:00 a.m. a bordo del barco El Rey del Cocibolca, para participar en la ordenación del joven diácono.

“El nuevo sacerdote es de nuestra comunidad, es de origen campesino, hijo de una madre pobre y todos estamos valorando este logro”, dijo el líder.

El sacerdote Oscar Danilo Cruz, tiene 27 años, nació y creció en la comunidad Pul y según el padre Guillermo Blandón, párroco de Altagracia, Cruz hizo su diaconado en el Seminario Menor de la Diócesis, en el departamento de Boaco.

“Es una gran satisfacción poder manifestar el gozo de la parroquia San Diego de Alcalá, partiendo que esta parroquia es la que más sacerdotes ha dado a la Diócesis y el padre Oscar es el número 17”, dijo Blandón.

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