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Madre (derecha) y esposa de Jason Zachary Puracal clamaron por su libertad y alegaron la inocencia del extranjero. LA PRENSA / R. VILLARREAL

Se queja de retardación de justicia

Daisy Zachary, madre del estadounidense Jason Zachary Puracal, alegó que su hijo es inocente y adujo que es inhumano tenerlo en prisión pues ya han pasado siete meses y no ha comenzado el juicio.

CORRESPONSAL/ RIVAS

Daisy Zachary, madre del estadounidense Jason Zachary Puracal, alegó que su hijo es inocente y adujo que es inhumano tenerlo en prisión pues ya han pasado siete meses y no ha comenzado el juicio.

Jason Zachary Puracal fue acusado por el Ministerio Público de formar parte de una banda de crimen organizado que se dedica al lavado de dinero y tráfico internacional de drogas, que supuestamente operaba en San Juan del Sur. Junto a él fueron detenidas diez personas más.

La señora Zachary dijo que no conoce mucho de las leyes en Nicaragua, pero “quiero pensar que está equivocadamente en prisión… eso (que no han hecho juicio) es una muestra clara que no hay pruebas en contra de mi hijo”.

Cabe destacar que el juez suplente de distrito penal de juicio de Rivas, Kriger Alberto Artola Narváez, aprovechó que el abogado defensor de Jason tuvo una alteración de azúcar y de la presión arterial para suspender el inicio del juicio a mediados de la semana pasada y postergó el proceso por casi dos meses más, hasta el 9 de agosto, cuando los 11 detenidos cumplirán nueve meses de estar en prisión.

Zachary denunció que a su hijo lo han golpeado, le han violado sus derechos humanos, no le permiten hacer ni una llamada ni ver a sus familiares y que en más de siete meses solo le han permitido verlo una vez.

ESFORZADO

Aseguró que su hijo ha sido esforzado y que para estudiar en Estados Unidos tuvo que trabajar como mesero en restaurantes norteamericanos y cuando viajó por primera vez a Nicaragua fue en la misión Cuerpo de Paz, entre el 2002 y el 2004.

Dijo que luego que un amigo pereció en un accidente adquirió la oficina de bienes raíces en San Juan del Sur, con la franquicia de Remax, la misma que según la acusación de la Fiscalía era usada para el lavado de dinero.

Jason hizo su vida en San Juan del Sur y se casó con la nicaragüense Scarlet Flores, con quien procreó un hijo, el cual requiere de cuidados especiales. Flores se sumó al clamor de su suegra y dijo que su esposo es inocente.

Detalló que desde el 2007 los negocios de bienes raíces tuvieron una caída en San Juan del Sur, “quizás por la crisis mundial, hubo esa baja en la compra y venta de propiedades y mi esposo vivía de comisiones y muchas veces fue una hermana de él, que es abogada y vive en Estados Unidos, que nos mandaba dinero para ayudar a los gastos de nuestra familia”.

Departamentales Daisy Zachary Jason Zachary Puracal archivo

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