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Digna Bendaña B.

Mi papá no quiere que le regalemos nada

Mi papá no quiere que le regalemos nada. Está viudo, ese es su estado civil y emocional desde hace siete meses, luego que mi madre dejó este mundo y trascendió para siempre a nuestros corazones.

Quedarse viudo o viuda después de muchos años casados suele ser devastador, dicen los psicólogos.

Está comprobado que las mujeres contamos con más recursos para enfrentar la viudez y conectarnos nuevamente con la realidad para intentar una nueva vida solas. Doña María, mi suegra, es un buen ejemplo de lo que estoy diciendo. Se quedó viuda hace cuatro años, luego de 55 años de matrimonio y allí está, dispuesta a seguir adelante.

El nuevo rol de persona sola de mi padre, le exigió adecuarse a su nueva identidad de hombre: amo de casa, padre soltero y empresario. Abandonó su antiguo rol en el que dejaba que fuese mi madre la que decidiera todo lo concerniente a su hijo e hijas, la casa o el negocio.

Sus hijos somos testigos de su lucha por recuperarse emocionalmente pero aún no logra encauzarse sin el amor de su vida. Mis padres vivieron juntos 46 años y aún podíamos notar que cuando él hablaba de ella, le brillaban los ojos, los mismos que hoy derraman lágrimas por su ausencia cuando viene a su corazón el sentimiento de abandono y soledad que le dejó su partida. Se ve muy frágil mi papá cuando se pone así.

Disimula el paso de las horas ordenando su pequeña empresa, haciendo cuentas, admirando su pequeña finca y discutiendo con mis hermanas como manejar el negocio que creó junto a mi madre. Él, incluso ya solo, ha hecho crecer ese patrimonio, aunque a veces las fuerzas no le dan. Mi papá no debería preocuparse por eso, pues ya nos heredó en vida una fortuna.

Mi padre ha dejado huella al andar por el camino de la honradez, la lealtad, la bondad, el amor y la sinceridad. Sus hijos tenemos esos valores. Si bien su fuerte no son las expresiones de cariño nos ha dado la seguridad que todo hijo e hija necesita para crecer sintiéndose amado y con alta autoestima. Mi papá nunca ha permitido que le hablen mal de sus hijos, él conoce nuestras debilidades y fortalezas. Sabemos hasta el fin de sus días que nos ama incondicionalmente y que a pesar de sus pesares está ahí para nosotros.

También tenemos sus genes los que definieron en parte lo que soy y como soy. Mi papá siempre fue guapo, desde niña estuve orgullosa de su apariencia, me sentía muy feliz, cuando me decían que me parecía a él en su cuerpo y en la cara a mi mamá.

Pocos saben que fue él quien me animó para estudiar periodismo. “Vas a viajar y a conocer gente importante, pero debes ser una de las mejores”, sentenció. ¡Acertamos! El periodismo me ha dado muchos logros y satisfacciones. Gracias papá por haberme animado, por ser mi “fan”, mi padre.

“Ahora ya camina lerdo, como recordando el tiempo, es un buen tipo mi viejo”, dice la canción de Piero, que he tarareado desde niña cuando mi papá aún no era viejo, sino un buen tipo. Mi papá tiene razón, no necesita que regalemos nada material, él igual que mi madre, tendrá siempre nuestros corazones.

La autora es periodista.

Opinión

COMENTARIOS

  1. Nelson Eddy
    Hace 13 años

    Excelente Digna Bendaña. Me gusta la forma en que te expresas de tu padre. Es una forma de honrarlo, de paso también honras a tu madre quien esta en el cielo ahora. Tu articulo es bien inspirador.

    Nelson Eddy Cortez E.

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