La seguridad ciudadana es uno de los aspectos fundamentales que el Gobierno Central debe atender. No obstante, las autoridades locales, el sector privado, la iglesia, organismos no gubernamentales y la comunidad, deben apoyar en este sentido.
Mañana, día en que inicia la Cumbre de Presidentes sobre Seguridad Ciudadana en Guatemala, auspiciada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se abordarán diversos aspectos que le afectan en lo general y en lo particular a cada país.
El BID apoya esta iniciativa, debido a que la inseguridad ciudadana y el crimen organizado transnacional se han convertido en el principal desafío para el desarrollo de las democracias de América Central, debilitando el Estado de Derecho, desestabilizando las instituciones y superando la capacidad de respuesta del Gobierno.
A propósito de lo antes señalado, es que nuevamente resalto que el presidente de la República, la Policía Nacional, el Ejército de Nicaragua, la Dirección de Migración y Extranjería (DME) y el Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur), brinden especial atención en lugares que se han convertido en centro de atracción más allá de nuestras fronteras, por ser destinos turísticos.
En Ometepe, lo último es que el Gobierno supuestamente construirá un aeropuerto en el municipio de Moyogalpa. Bien por el desarrollo. ¿Y la seguridad ciudadana? Este es un tema transversal a cualquier otros asuntos que requiere especial atención.
Destinos turísticos como Granada, San Juan del Sur, Catarina, el centro de Masaya, León, y los lugares del norte de nuestro país, demandan seguridad y eso es algo sobre lo que deben trabajar más las instituciones del Gobierno Central.
Nuevamente repito que deben poner mucha atención sobre Ometepe para evitar que con el tiempo, lo que hoy se conoce como una Oasis de Paz, sea un infierno. Han habido asaltos, intentos de violaciones, hay expendio y consumo de drogas en pequeñas proporciones, contaminación del medioambiente, etc. Se está empezando a generar relajito en los municipios de Altagracia y Moyogalpa, y hay que poner coto a eso con mano dura.
Sin embargo, todo esto requiere de políticas preventivas y en su defecto, del poder coercitivo de las instituciones del Estado.
El desarrollo de los destinos turísticos no solo es construir más “chiringuitos”, pues hay muchas cosas más por las cuales velar en la comunidad y esa es responsabilidad de todos, no solo del Gobierno y es ahí donde se requiere la voluntad de los nativos para fortalecer la seguridad ciudadana.
Finalmente, resalto que la Policía, el Ejército y Migración, deben hacer sus trabajos de inteligencia militar para evitar la actividad delictiva. Por la seguridad de los isleños y de los visitantes, las autoridades deben saber quiénes llegan a asentarse (nacionales o extranjeros) al Oasis de Paz, y quiénes transitan por allá. Igual debe ser en cada uno de los lugares conocidos como destinos turísticos y en el país en general.
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