La vida de Fátima Hernández aún está en riesgo. Aunque el lunes suspendió la huelga de hambre que mantuvo por ocho días, ayer siguió negándose a ingerir alimentos líquidos, aseguró su papá Esteban Hernández.
Hernández se mantiene delicada debido a los estragos causados por la úlcera gástrica que padece.
La muchacha se plantó, junto a familiares, frente a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para demandar que la Sala Penal ratifique a la mayor brevedad la condena por violación a Farington Reyes.
“Está bien débil. El cuerpo no lo domina. Está solo con suero para que la mantenga”, explicó el papá de la joven.
Hernández junto a su hijo Geovanni permanecen en huelga de hambre, en el mismo sitio donde comenzó la protesta.
El hermano de Fátima dijo que seguirá en su posición hasta que a su hermana se le haga justicia, “pues existen pruebas concretas que demuestran que Reyes fue autor de la violación”.
El Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM) rebajó la pena de 8 a 6 años de prisión a Reyes, tras la defensa férrea que hizo del acusado el fiscal Julio Montenegro.
En la audiencia de casación el fiscal Montenegro mantuvo sus alegatos en defensa del acusado, lo que a criterio de los familiares puede influir en el fallo de los magistrados.
El Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM) y la Red de Mujeres Contra la Violencia entre otras organizaciones feministas realizaron la mañana de ayer un plantón frente a la CSJ, para demandar a la Sala Penal que emita la resolución de la audiencia de casación.
Los magistrados han previsto que tendrán el fallo en un mes.
Durante el plantón las mujeres demandaron a los magistrados del Poder Judicial un fallo inmediato. “No permitan la muerte de otra mujer nicaragüense por falta de justicia en el país, den un fallo apegado a derecho. Las mujeres confían en la justicia”, repetía una de las activistas de la Red de Mujeres Contra la Violencia.
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