CORRESPONSAL/CHINANDEGA
Excrementos y desechos de veinte kioscos en donde se venden comidas rápidas en el sector este del parque central de Chinandega invaden la zona de recreación de este centro, por lo que urge la asistencia del Ministerio de Salud (Minsa) y la pronta actuación de las autoridades municipales.
En el parque convergen meretrices y el trabajo de los dos vigilantes municipales no es suficiente. Germán Núñez, zapatero del sitio, dijo que amanece mucha basura y “parece que la vigilancia no funciona”.
PARECE LETRINA
Don Felipe Corea labora en la casa de los limpiabotas, dijo que el parque parece letrina.
Un grupo de estudiantes se manifestó en contra de lo asqueroso del lugar. “Nosotros mismos nos estamos destruyendo porque esta suciedad provoca enfermedades”, dijo Cindy Barrera.
Una de las diez vendedoras de frutas descartó que se trasladen al sector posterior del mercado de mayoreo, después que se les notificó que debían irse, pero han cerrado filas para no moverse.
“Los vigilantes se ocupan de estar molestando a las vendedoras y no cuidan al que viene a molestar y a ensuciar”, manifestó la vendedora Claudia López.
Inés Álvarez, del área de Parque y Ornato de la Unidad Ambiental Municipal precisó: “El problema de los inspectores del medioambiente es que están atendiendo otras zonas y no pueden llegar por esas charcas que lanzan los responsables de los kioscos, habrá que hacer un informe”, dijo Álvarez.
Medarda García, dueña de un kiosco, demandó una obra de desagüe para lanzar el agua sucia después que lavan.
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