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LA PRENSA/O. NAVARRETE

“Sin educación no hay salud”

Enfermera profesional, con maestría en Salud Pública, socióloga y terapeuta floral, son algunos de los títulos que ostenta Armidia Rocha (1949), una matagalpina que ha dedicado su vida a compartir sus conocimientos de salud con sectores desprotegidos del país de la mano de Organismos No Gubernamentales (ONG), como Project Concern International (PCI).

Por Auxiliadora Rosales

Enfermera profesional, con maestría en Salud Pública, socióloga y terapeuta floral, son algunos de los títulos que ostenta Armidia Rocha (1949), una matagalpina que ha dedicado su vida a compartir sus conocimientos de salud con sectores desprotegidos del país de la mano de Organismos No Gubernamentales (ONG), como Project Concern International (PCI).

Para ella los títulos solo han sido las herramientas necesarias para llevar información sobre salud a múltiples familias campesinas de las zonas rurales del país y de los barrios de Managua, como Acahualinca. Y con los que mucha gente cambió su forma de pensar, su vida y hasta su autoestima.

“Existen mucha necesidad en la población de manejar aspectos higiénicos- sanitarios, como el cuidado del niño, cómo atender la diarrea, las infecciones respiratorias, cómo alimentar a los niños. Cuando trabajaba como enfermera miraba que muchas de las enfermedades se pueden prevenir, por eso creo que sin educación no hay salud. Ese fue el motivo para dedicarme a la educación primaria en salud con diferentes ONG desarrollando metodologías y proyectos. Porque creo que la gente sí quiere aprender. Lo que necesita es trabajo continuo y acompañamiento ”, refiere.

DEDICADA AL TRABAJO Y ESTUDIOS

Cuenta que inició su vida profesional a los 19 años, cuando vino a Managua a trabajar como recepcionista del Seguro Social y por medio de una beca se graduó de enfermera.

Como enfermera trabajó en el Hospital de Masaya, Granada, y el Vélez Paiz. También se desempeñó como docente y jefa de carrera del Instituto Politécnico de la Salud (Polisal-UNAN) y realizó un posbásico de docencia en Cuba.

Mientras se desempeñaba como jefa de enfermera en el Hospital Vélez Paiz estudió la carrera de sociología. “Me gustaba la carrera social, y aspiraba a combinar las dos cosas. Estudiar una segunda carrera en una etapa de mamá y esposa era muy difícil, sobretodo porque la carrera exigía mucha lectura. Lo bueno es que siempre conté con el apoyo de mi esposo” .

Aunque recién se jubiló, Armidia Rocha, no pretende quedarse sentada, y desarrolla en su casa la terapia floral como una alternativa de sanación.

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