La belleza de Pelican Eyes Piedras y Olas (PEPO) lo enamoró más de Nicaragua. Era diciembre del 2006 cuando el estadounidense Patrick Gorman celebraba su boda con una nicaragüense en el lujoso resort. Entonces pensó en adquirir una parte de esa belleza y poco tiempo después compró uno de los condominios por 575 mil dólares.
En el 2009, para sorpresa de todos, el hotel y sus casas ya estaban en manos de dos sociedades anónimas pertenecientes a una empresa tenedora en Estados Unidos: Pelican Eyes Holding Company (PEHC).
En medio de la desgracia, PEHC, como nuevos dueños, ofreció esperanza y prometió a los afectados que de aportar dinero, obtendrían los títulos de sus casas.
Con esa premisa, 55 de los afectados entregaron 2,947,482 dólares, pero el compromiso no fue honrado y no pudieron recuperar su nueva inversión.
Según Gorman, las ofertas de PEHC funcionaron en dos etapas. Primero un grupo de 33 reunió fondos para salvar el proyecto con la promesa de que les entregarían las casas legalmente.
En cambio el presidente de PEHC, Kirk Hankla, informó que las casas no serían de los antiguos dueños sino de la corporación. Muchos, según Gorman, se retiraron, pero hubo una segunda oferta en la que esta vez no ofrecían los títulos, sino ser parte de la empresa como inversionistas. Ahí se sumaron solo 22.
Mike Moezzi, quien invirtió 50 mil dólares, señaló mediante un correo electrónico enviado a Michael Hemling, directivo de PECH, que la razón por la cual había invertido era porque Hankla había afirmado a él y otros afectados que les entregarían las escrituras como dueños. Pero que al romper esa promesa, solicitaba le regresaran los 50 mil dólares. El dinero, según Gorman, no fue regresado y Moezzi emprende acciones legales en Estados Unidos.
Moezzi, de acuerdo con la correspondencia, estuvo dispuesto a invertir 150 mil dólares adicionales, si le entregaban el condominio legalmente. Entonces Hemling, le habría dicho que no sería posible.
Al respecto LA PRENSA consultó al abogado de PECH, Fernando Medina, quien aseguró que consultaría la información para brindarla posteriormente.
También consultamos a Roger Keeling, actual directivo de PECH y quien fuera uno de los afectados. Keeling invirtió en la corporación y es uno de los tres directivos que representan a los afectados que, según él, poseen el 70 por ciento de las acciones de la empresa.
Keeling aseguró que no tenía información sobre cual había sido la promesa hecha por Hankla, y que consultaría la correspondencia de la época. Pero señaló que los afectados que se unieron a PECH buscaban recuperar el hotel y luego, al menos, una parte de lo que habían perdido.
“Tengo que leer estos correos para poder brindarle una información exacta sobre esas promesas iniciales. Pero, en principio, el objetivo era rescatar la propiedad total del resort: salvar la propiedad”, dijo Keeling.
Pero Gorman señala que la postura de PECH de que para ser dueño hay que invertir es incorrecta, pues él no ha invertido, pero compró un condominio legalmente y tiene derecho a reclamarlo
“Sí, yo no invertí, pero compré mi casa y si ellos el día de mañana venden, me roban mi casa” dijo Gorman.
De acuerdo con Keeling el 65 por ciento de los afectados son socios de PECH y el restante 35 son quienes decidieron no invertir, algunos están demandando y otros no han dicho nada.
Gorman señala que si bien una parte de los afectados son accionistas de PECH, no son dueños del inmueble, y el día que los directivos decidan vender, nada les quedará.
“Si arreglamos esto, y si sobra dinero le vamos a dar dinero a todos, y ¿si no sobra? No hay quien controle las cuentas de ellos”, señaló Gorman.
Por otro lado, Guillermo Areas, abogado de Gorman, asegura que la demanda es en contra de PEPO y Administradora de Hoteles, la sociedad anónima de PECH que se quedó con todo el resort. Señala que el acto de mediación donde se hizo el traspaso es ilegal porque el apoderado general judicial de entonces, el abogado Róger Pérez Aguilar, no tenía esas atribuciones.
Al respecto, Medina dijo desconocer esos detalles porque fue un caso llevado por la abogada de Administradora.
¿Y LOS PAGARÉS?
Por otro lado, Areas señala que ni Administradora ni PECH han presentado los pagarés, pues al parecer no existen. Medina dijo que tampoco manejaba esa información.
Finalmente Gorman impulsa un proceso legal en busca de recuperar lo comprado y señaló que algunos no han venido a Nicaragua por no tener dinero para impulsar una demanda. Con la compra del condominio, Gorman habría invertido los ahorros de toda su vida y los de su familia y dijo tener la esperanza de poder heredarla a su hija de diez años.
Para Gorman es importante dejar claro que el caso del Pelican Eyes no es problema de invertir en Nicaragua, sino la historia de “unos pocos gringos ladrones ayudados por unos pocos abogados nicaragüenses”.
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