Por Hernán Martín*
Nuestro querido compañero Filadelfo Martínez se ha jubilado después de casi cuatro décadas de incansable labor.
Decano de la prensa extranjera en Nicaragua por antonomasia, Filadelfo ha sido un maestro de periodistas y un baluarte para los muchos que hemos tenido el privilegio de trabajar con él, pero sobre todo un ejemplo de humildad y humanidad.
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Constituido en una auténtica referencia dentro del periodismo latinoamericano, durante décadas Filadelfo ha encarnado la imagen de la Agencia Efe en Nicaragua y en toda Centroamérica y se ha ido reciclando desde el télex de cinta perforada al periodismo de agencia multimedia.
Desde el principio de la andadura de ACAN-EFE, a comienzos de la década de 1970, Filadelfo fue uno de sus puntales más importantes, y si ACAN cobró prestigio rápidamente como agencia regional centroamericana, a ello contribuyó con especial determinación su labor en Nicaragua.
LA TOMA DEL CONGRESO
De todos es conocida su información en exclusiva de la toma del congreso somocista por parte de los sandinistas en 1978, así como su primicia en dar la noticia del asesinato de Bill Stewart, periodista de la cadena de televisión estadounidense ABC, por soldados somocistas en 1979, hecho que contribuyó a la caída de la dictadura, o sus problemas con la censura sandinista y la difícil cobertura de la guerra civil de la “contra”, pero en una carrera de 38 años esas no son sino pinceladas de un gran mural que, en un campo como el periodismo de agencia, exige pintar todos los días, reinventarse y actualizarse, y esforzarse cada día como si se tratase del primero.
Filadelfo nos deja, además, después de haber salido “invicto en su último asalto”, siguiendo durante más de un lustro al gobierno de Daniel Ortega, una cobertura especialmente complicada y que requiere largas jornadas, pero sin el más mínimo o la menor queja de su parte.
Ahora Filadelfo puede dedicarse por entero a su esposa, Luisa Navarro, a sus cuatro hijos y a sus muchos nietos, o a aprender a cocinar, como ha confesado que desea hacer, pero sobre todo puede descansar, algo a lo que seguro le resultará difícil acostumbrarse después de tantos años de trajín ininterrumpido.
* Martín es director de EFE para Centroamérica.
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