Según un informe de la Alcaldía de Managua, publicado a través de su sitio web, las lluvias provocaron el desplome de varios muros perimetrales en los barrios Finlandia y Walter Ferreti, por lo que la municipalidad ejecutaba obras de mitigación ayer en esas dos zonas del Distrito Cinco.
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Según un informe de la Alcaldía de Managua, publicado a través de su sitio web, las lluvias provocaron el desplome de varios muros perimetrales en los barrios Finlandia y Walter Ferreti.
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Por Wilder Pérez R. y Anne Pérez
En el barrio capitalino Hugo Chávez la gente ya sabe qué hacer cuando llueve en exceso por las noches: buscar la cama más alta, vencer el miedo, y seguir durmiendo.
“Los chavalos se suben a la parte de arriba de la cama de dos pisos y duermen con la mujer”, aseguró Eliécer López, compañero de María Reyes, quien se acomoda con tres niños en una cama de 1.80 metros de largo por 60 centímetros de ancho.
A la media cuadra de ahí, Reina Mora comentó cómo pasó la madrugada de ayer en su vivienda de zinc, cuando una tormenta eléctrica y una lluvia intensa cayó sobre la capital. “Yo no dormí, pensé que la casa se me iba a ir toda”.
En el Hugo Chávez la tormenta se sintió más fuerte. Según los registros del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), ahí se concentró la mayor parte del aguacero de antenoche.
En esa zona de Managua cayeron 76.8 milímetros de lluvia. Un milímetro es la altura del agua en un metro cuadrado. En relación con el resto del país, en el norte de la ciudad fue donde más llovió.
Pero cuando esa agua se acumula y “explota” de pronto, el susto es mayor.
“A veces parece que el muro se va a reventar, cuando se desborda un vado que hay al otro lado, ayer así fue”, dijo Lizmarly Mendoza.
La noche del martes la gente rompió las cunetas para poder desaguar, otros echaron arena dentro de sus viviendas, y unos más vieron cómo en sus casas se escurría el agua y aparecía tierra nueva.
En este barrio la gente ya está acostumbrada al impacto de las lluvias. A pesar de esto, se sienten damnificados en cada aguacero.
Carlos Zapata, meteorólogo, Ineter.
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