Anne Pérez Rivera
El consumo mínimo de combustible en un bus que trasladó a los simpatizantes sandinistas el sábado pasado fue de 25 galones por “ronda”. Pero, hay unidades que llegaron a gastar hasta 120 galones.
Durante la movilización, el corredor internacional de la Carretera Panamericana quedó taqueado. Los embotellamientos se extendían en tramos de hasta 60 kilómetros en el sector de Chinandega y los que iban llegando del sur debían sufrir los pegones que eran de al menos 15 kilómetros.
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Aunque había pasado una hora desde que llegaron a esperar la minirruta 4 en el sector del mercado Roberto Huembes, ninguno de los cuatro hermanos Martínez García quería agarrar taxi. “Ahí van a seguir esperando toda la vida, porque las rutas no están trabajando”, les advirtió en tono molesto un taxista que les había insistido en hacerles la carrera.
En Villa Venezuela la ruta 168 tampoco pasaba. Ahí, doña Carmen Gómez esperó media hora hasta que se resignó a pagar un taxi.
“Desde el viernes estamos padeciendo por los buses. Lo mejor es no sacar ni las narices de la casa”, dijo.
Las quejas por el mal servicio en las rutas de la capital no son nuevas. Pero la situación empeoró desde el viernes pasado cuando unos 600 buses del transporte colectivo fueron contratados para movilizar a los simpatizantes sandinistas que participaron en el acto del presidente Daniel Ortega en Chichigalpa.
Las unidades fueron “reconcentradas” desde la tarde del viernes pasado. Ese día, bajo la supuesta dirección del Instituto Regulador del Transporte Municipal de Managua (Irtramma), cada bus fue asignado a puntos estratégicos de la movilización como León, El Sauce, Guasaule, Malpaisillo, Achuapa, Santa Rosa del Peñón y al mismo Chichigalpa.
“A nosotros nos pagan por un servicio (…) El dueño del bus es el que negocia”, indicó un conductor de la ruta 117, quien además admitió que los buses nuevos son los priorizados en la contratación.
Ayer domingo, el servicio todavía no se normalizaba. El Gobierno ya anunció que este sábado habrá otra movilización “al pie del Mombacho”, dijeron sin precisar la ciudad.
Aún se desconoce si las autoridades del Irtramma garantizarán el servicio de buses para los capitalinos que no asisten a la movilización sandinista ni a las demás actividades partidarias.
Hasta ahora, la única certeza para los usuarios son las lluvias de la época, el incremento de la actividad delictiva y, en estos casos, la escasez de buses.
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