AGENCIAS
El ministro de Gobierno de Bolivia, Sacha Llorenti, renunció ayer, según informó en conferencia de prensa en la casa de Gobierno, debido a acusaciones generalizadas en su contra por la represión a la protesta de indígenas amazónicos que se dirigían a La Paz, contra la construcción de una carretera sobre una reserva ecológica.
Esta es la segunda dimisión por esa causa. El lunes había dimitido la ministra de Defensa, Cecilia Chacón, quien no compartía la política de represión.
El suceso, cuyo impacto obligó a suspender el proyecto, afectó la credibilidad y legitimidad del presidente Evo Morales, presionado a rectificarse por sus bases sociales tal como aconteció con el “gasolinazo” hace nueve meses, según analistas.
La unitaria Central Obrera Boliviana (COB) intimó ayer a Morales a definirse respecto de la polémica carretera, un día antes de ir a la huelga en apoyo a los indígenas amazónicos. El principal ejecutivo de la COB, Pedro Montes, expresó que la presión social puede agravarse si el mandatario no revierta el proyecto carretero.
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