Por Elízabeth Romero
Un día después de haber denunciado a miembros del Movimiento por la Dignidad del padre Pupiro por haber puesto supuestamente en riesgo su vida, el dueño del centro recreativo La Borgoña, Aníbal Ballestero, recurrió al Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
Gonzalo Carrión, funcionario del Cenidh, le dijo que ese organismo no avala ningún hecho que ponga en peligro su integridad, sin embargo, le señaló que es a la Policía que le corresponde prevenir todo hecho relacionado con la seguridad. Así como también es la institución que está obligada a profundizar en las investigaciones sobre el asesinato del párroco de La Concha.
El propietario de La Borgoña mostró una carta dirigida a la Policía a través de la cual solicita la reapertura del negocio.
El movimiento ha insistido que su demanda es pacífica.