Por Diego Urdaneta
WASHINGTON/AFP
El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, pidió hoy a la Organización de Estados Americanos (OEA) mecanismos de prevención de crisis políticas, como el golpe de Estado de 2009 en su país, en su primera jornada de visita en Washington.
“Los costos políticos, económicos y morales que pueden derivarse de la aplicación de sanciones no pueden ser considerados logros de la organización”, advirtió Lobo en una sesión especial en su honor que realizó la OEA.
La organización continental readmitió hace cuatro meses a Honduras, que pasó suspendida casi dos años por el golpe de Estado de junio de 2009.
“Gracias por haber permitido que Honduras haya vuelto”, dijo Lobo, quien recibió una ovación al finalizar su discurso.
El objetivo de la Carta Democrática Interamericana, que establece los principios democráticos a los que deben adherir los países miembro de la OEA y contempla sanciones en el caso de que se violen, “debe ser que ninguno de nuestros países llegue a situaciones límite”, dijo Lobo.
“Más que un instrumento punitivo quisiéramos ver fortalecida su función preventiva”, dijo Lobo, quien inició este martes su visita de tres días a Washington en el marco de la cual será recibido el miércoles en la Casa Blanca por el mandatario estadounidense Barack Obama.
Actualmente la OEA lleva a cabo un debate para remozar la Carta Democrática, que recientemente cumplió una década de vigencia.
Al hablar ante los representantes de los 34 miembros activos de la OEA, Lobo reafirmó su “compromiso con los derechos humanos” y con implementar las recomendaciones de la Comisión de la Verdad para que un golpe “no vuelva a repetirse” y los hondureños cierren “definitivamente este capítulo”.
Lobo dio su apoyo a la discusión en la OEA para reforzar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), entidad que precisamente ha sido crítica de la situación de los derechos básicos en Honduras desde el golpe de Estado.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, aplaudió a Lobo por su “invaluable labor”, su voluntad de diálogo y “ecuanimidad” hacia la consolidación del Estado de derecho y la democracia en Honduras.
“Sabemos que su país aún enfrenta serios desafíos, la seguridad, la pobreza, la desigualdad, los derechos humanos, pero a nadie le queda duda de que usted tiene la voluntad y el compromiso” para hacerles frente, dijo Insulza.
PIDE LUCHAR CONTRA EL NARCOTRÁFICO Y EL CRIMEN ORGANIZADO
Por otra parte, Lobo pidió a la OEA que acompañe a México y América Central en su lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Los grandes países consumidores, como Estados Unidos, deben también colaborar en estos esfuerzos, afirmó.
América Central es la zona más violenta del mundo fuera de zonas de guerra, y Honduras ocupa el primer lugar en homicidios en la región, según cifras de la ONU.
Antes de la sesión en la OEA, Lobo se reunió con la secretaria de Seguridad Interna estadounidense, Janet Napolitano.
Estados Unidos y Honduras buscan “incrementar el intercambio de información y reforzar la seguridad marítima y aérea para facilitar el comercio legítimo y los viajes” y combatir el narcotráfico, dijo Napolitano tras el encuentro, según señaló un comunicado.
Napolitano ofreció apoyo técnico para incrementar la seguridad de Puerto Cortés, el principal puerto de Honduras y América Central, capacitación de la policía y tecnología para detectar armas y dinero que van al crimen organizado, explicó en rueda de prensa el canciller hondureño Arturo Corrales.
Lobo se reunió este martes con los senadores republicanos Marco Rubio y Jim DeMint, y en las próximas jornadas se entrevistará con otros congresistas, funcionarios del gobierno de Obama y representantes de entidades financieras multilaterales.